Por: Agustín Torres Sotomayor
Si me permiten hablar, tradiciones y leyendas de El Fuerte.
Extraño en verdad es este relato de la leyenda de la casona donde hoy se ubica el restaurante «El mesón del General». La historia es verídica. Soy testigo.
Si algo tuvo el ex Gobernador del Estado de Sinaloa, el general Pablo Macias Valenzuela fue un exquisito gusto por la arquitectura colonial, el ilustre fuertense que nació en la rivera del arroyo de “Las Cabras” tuvo una casa frente al río “Humaya” de Culiacán y en El Fuerte frente a la casa de la cultura que, a su muerte, heredó a su sobrina, la ex Titular de Recaudación de Rentas, Lola Estrella.
Fue precisamente en el año de 1990 cuando la Lola intentó vender la histórica mansión pues era demasiado grande para ella, la gorda su hija, su nieto y Dorito su hermano.
Compradores iban, recorrían los amplios cuartos, la espaciosa sala de estar, la cocina, el patio y se iban con la promesa de regresar a comprarla, pero ya jamás volvían.
“Te estas ahogando en un vaso con agua”, le dijo a la Lola, su prima ‘ñeca’ Estrella Reyes.
“El Agustín Torres Sotomayor tiene una amiga que es muy buena para hacer esos trabajos, te va a ayudar a vender la casa”.
“¿De verdad?”, incrédula pregunto la Lola.
“Claro, déjame decirle al Agustín”.
Cuando la ‘ñeca’ Estrella me comentó que necesitaban los servicios de ‘la paty’, no dude en visitarla para pedirle que fuera a hacer el trabajo a la casa de la Lola.
Paty Bezares es originaria de la Ciudad de México, es prima hermana del conductor de televisión Mario Bezares.
Paty llego con su esposo y sus dos hijos a Los Mochis en 1985, el marido era controlador de vuelo en el aeropuerto «Benito Juárez» de Ciudad de México, pero con el terremoto que azoto la megalópolis, pidió su cambio al primer aeropuerto que tuviera una vacante. Se vinieron huyendo del desastre natural a Los Mochis.
Ya instalada en unos departamentos que se ubican por la avenida Benito Juárez y Belisario Domínguez, a un costado del Centro de Idiomas de las UAS.
Paty hacia ‘limpias’ con huevo, echaba las cartas, pero su éxito más rotundo fue la lectura del tarot.
En su época, hasta el Gobernador de Sinaloa en funciones, Francisco Labastida Ochoa la mandaba llamar, fueron varias ocasiones que ‘la Paty’ llego escoltada hasta la casa de gobierno de Culiacán o al mismo despacho en Palacio de Gobierno porque Labastida Ochoa quería consultar el tarot.
Yo conocí a ‘la Paty’ por medio de mi gran amiga y hermana Karina Terrazas (qepd), Fundadora Titular de la Oficina de Relaciones Exteriores.
Con los tres primeros botes bien helados de Tecate, ‘la Paty’ y yo terminamos de sellar una amistad que perdurará por siempre. A eso se sumó que Lupita, la muchacha que le ayudaba en los quehaceres de la casa era de Vibajaqui, vecina de nuestro Pueblo Mágico de El Fuerte.
Lupita se embarazo y ‘la Paty’ la tomó como si fuera su propia hija, cuando el hijo de Lupita nació en casa de Paty, toda la familia Bezares se iba a Vibajaqui cada fin de semana para llevarla a visitar a sus familiares.
Los fines de semana era feliz la Paty en Vivajaqui con su nieto y su ‘doce’ de Tecate bien helado.
Un sábado le hable por teléfono. “Estoy en Vivajaqui”, me dijo.
“Quiero verte, necesito que le hagas un favor a mi amiga Lola Estrella de El Fuerte”, le expresé.
“Vente para acá, pero tráete un ‘doce’ de Tecate”, así fue como llegué en mi vieja camionetita Toyota a casa de Lupita.
Le explique a la Paty lo que pasaba en la casa de la Lola Estrella y me ofreció ir ese mismo día.
Esa tarde la sal caía de las paredes.
Puntual llego la Paty a casa de la Lola Estrella (El Mesón del General).
“Ha es usted, pásele”, dijo cortésmente la Lola, pero Paty se negó a entrar.
“Esta casa tiene mucha sal”, le afirmó.
“Tráigame dos retazos de manta blanca o cualquier otra tela de ese color”, le pidió.
La Lola trajo los dos pedazos de tela. Luego saco de su bolsa una esencia preparada por ella misma, se ‘untó’ en el cuerpo y entro a la casa, se detuvo enmedio de la sala y le dijo.
“Aquí han venido varias personas interesadas por comprarle la casa y jamás han vuelto”.
“Efectivamente”, así es dijo la Lola.
“Esta casa tiene sal, le hicieron un trabajo para que se caiga a pedazos y para que no la venda”, afirmó la vidente.
Acto seguido, tomo un pedazo de manta con la mano izquierda y el otro con la derecha.
‘La paty’ empezó a tallar las paredes con la manta blanca y empezaron a brotar de las paredes pequeños granos de sal que recogía con el pedazo de manta que traía en la mano derecha.
Luego de terminar con todas las paredes, ‘Paty’ le mostro a Lola el pedazo de manta donde se habían acumulado casi dos kilos de sal en grano que habían brotado de las paredes de la casona.
“Mira, esto tenía tu casa. Estaba llena de sal por un trabajo que te hicieron”.
Luego sacó un frasco con un líquido de esencias y se lo dio a la Lola con la siguiente recomendación:
“El viernes a las 12 de la noche, entras al baño, después de la última enjabonada y que el agua limpie tu cuerpo no te seques, así con el cuerpo húmedo, te untas este líquido, veas lo que veas y oigas lo que oigas no tengas miedo”, le indicó.
Puntualmente el viernes a las 12 de la noche, Lola entró a la regadera acompañada por su nieto, el hijo de ‘la gorda’, su hija, era un niño apenas.
Luego del ultimo regaderazo, Lola Estrella empezó a aplicarse la loción y para sorpresa de su nieto y de ella misma, mientras se untaba el líquido, caían granos de sal de su piel hacia el piso del baño.
No pasó mucho tiempo para que Lola vendiera la vieja casona a Pablito Anaya, la que fuera la casa del ex Gobernador de Sinaloa, el General Pablo Macias Valenzuela, donde hoy es el afamado restaurante «El mesón del General».
Así como existe lo bueno, también existe lo malo, aunque lo duden los escépticos.
Paty Bezares se mudó a Mexicali, su fama se amplió a los Estados Unidos y hasta tuvo un segmento de prestidigitación en la empresa Univisión apareciendo en programas de esa televisora. Aun continúa consultando en ese país.
Un favor.
Les ruego que me ayuden a hacer oración por la salud de mi amigo el periodista Daniel Valdez de Constancia El Fuerte. en este momento que su salud está deteriorada. Dios Nuestro Señor se los premiará.
