Por: Agustín Torres Sotomayor
Si me permiten hablar…en la entrega anterior les relaté como la vidente Paty Bezares, con un ‘trabajo especial’, ayudó a Lola Estrella a vender la casona del General Pablo Macias Valenzuela en pueblo mágico de El Fuerte, donde hoy se ubica el restaurante «El Mesón del General».
Pues bien, hoy les contare más sobre mi amiga Paty.
Fue un lunes 03 de abril de 1989, lo que aquí relato sucedió en la oficina del Gobernador del Estado Francisco Labastida Ochoa.
La vidente Paty Bezares le señalaba al mandatario lo que le anunciaban las cartas del tarot.
«Hombres uniformados que parecen del ejercito van a tomar las instalaciones de tu gobierno».
Labastida Ochoa no le creyó. Solo sonreía.
Dos días después, un miércoles 05 de abril, el mandatario entregó un reconocimiento al director de Seguridad Publica de Culiacán, Robespierre Lizárraga en presencia del alcalde Ernesto Millán.
Labastida desoyó a su arcana y vidente a quien consultaba por medio del tarot. La profecía de Paty Bezares se cumplió al pie de la letra.
Aprovechando las ausencias, el sábado 08 de abril de ese mismo año, el ejército mexicano tomó las instalaciones de Seguridad Publica del Ayuntamiento de Culiacán y puso bajo resguardo militar a todos los elementos policiacos.
Fue un escándalo mediático.
El Gobernador no se encontraba en el estado, se especuló que estaba junto al ex presidente de la Republica, Miguel de la Madrid Hurtado, andaban buceando en el mar de Cortez, trascendió.
Tuvo que regresarse a Culiacán a hacerse cargo del manejo de la crisis política.
¡Profecía cumplida!
Un viernes 25 de julio de 1997, acompañe a mi amiga Karina Terrazas al consultorio de la Paty Bezares. Luego de leer el tarot y decirle dos que tres cosas a ella, la Paty me pidió que me sentara que me iba a decir cuál sería mi futuro. Yo me negué. Pero ante la insistencia termine por aceptar la lectura.
Luego de tirar las cartas sobre una mesa, me anuncio:
“Tendrás un trabajo en el Gobierno del Estado. Te van a buscar y estarás en una buena posición”.
Yo sonreí incrédulo, ¿qué político del estado me buscaría para darme un trabajo así?, pensé en ese momento.
Aunque era mi amiga, ni siquiera otorgué el beneficio de la duda.
Meses después nos pusimos de acuerdo Eduardo ‘lalo’ Astorga y yo para irnos juntos a la ceremonia de registro del licenciado Juan S. Millán como precandidato del PRI a la gubernatura del Estado.
Íbamos entrando a Culiacán, ‘lalo’ tomó la avenida Francisco I. Madero para dirigirnos al edificio del CDE del PRI cuando se nos empalmo otro vehículo, para sorpresa nuestra, la suburban la manejaba el licenciado Juan S. Millán quien iba solo, volteo a vernos y nos saludó levantando la mano.
Ya entre la multitud que se había convocado fuera del auditorio «Benito Juárez» del PRI, vi a la licenciada Rosy Lizárraga a quien saludé y me dijo, “quiero que nos ayudes como coordinador de comunicación de la precampaña del licenciado Millán allá en la zona norte”, acepté agradecido la propuesta.
Después de ganar la elección interna, continué con la misma responsabilidad en la campaña constitucional del PRI.
Con el respaldo social más grande de la historia de Sinaloa, el hijo de la maestra rural de La Tebaira, El Pozole y Cacalotán, la profesora Lucia Lizárraga, me refiero Juan Sigfrido Millán ganó contundentemente la elección para Gobernador del Estado.
Rosy Lizárraga me invito a formar parte de su equipo de comunicación.
Paty Bezares de nuevo atino en su profecía. Me había anunciado que yo trabajaría en el gobierno estatal, y así fue.
¡Profecia cumplida!
La anécdota.
“Paty voy a bautizar, te hablo para invitarte, va a ser este domingo en Chinobampo”, le dije por teléfono.
“Sale, cuenta conmigo, vamos a ir todos”, me prometió.
Bautizaríamos a un sobrino, hijo de mi primo Miguel Burboa Sierra, en la pila bautismal en Chinobampo, El Fuerte. La fiesta iba a llevarse a cabo en El Chicural, el rancho más hermoso del municipio.
Bautizamos la licenciada Irma Cervantes Vea ‘la mima’, el cantante Vinicio Norzagaray Cervantes, hijo del recordado Octavio Norzagaray, ambos de la dinastía de “Los Cervantes” de Sinaloa de Leyva, familiares de la Any de Chinobampo.
Ya en la barbacoa ni las hieleras llenas de cerveza disfruto la Paty Bezares porque simplemente no asistió. Mi tía Cuca Sierra, ‘la güera’, ‘la india’, ‘la pancha’ sus hijas y mi tío ‘chuy’ me preguntaban por los invitados.
El lunes le hable por teléfono.
“Paty te estuvimos esperando no fuiste al bautizo”.
“Si fui”, me respondió.
“No fui a Vibajaqui por irme al bautizo, cuando llegamos al pueblo anduvimos buscando el ruido de la música, no había ningún bautizo, preguntamos por ti y si te conocían, pero nos dijeron que no andabas ahí”.
¡¡Como!!, respondí, “ahí estábamos”.
Entonces ella me dijo. Llegamos temprano a Cohuibampo y no te encontramos.
“Paty, el bautizo no era en Cohuibampo, era en Chinobampooooo”, le reproché.
“Ayyy me confundí”, respondió ella.
Meses después mi primo y compadre Miguel Burboa Sierra se llevó a la familia a San Diego, California. Actualmente Jesús Burboa, mi ahijado y sobrino, el niño que bautizamos, es un exitoso profesionista en aquella ciudad y la Paty Bezares podría convertirse en la sucesora de Walter Mercado en Estados Unidos porque recorre toda la unión americana trabajando. La pueden consultar en internet.
