Crónica de un periodista… Tradiciones y leyendas de la villa de San Juan Bautista de Carapoa, hoy El Fuerte.

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Por: Agustín Torres Sotomayor

Si me permiten hablar…era un miércoles 14 de mayo de 1884, Mary Klueber, esposa del doctor alemán Emil H. Klueber le pidió al fotógrafo Ira Kneeland, a Ida Hogland y al señor Behleuniger que la acompañaran a la villa de San Juan Bautista de Carapoa pues se sabía que ahí había un asentamiento de españoles y quería comprobarlo. 

El viaje se haría en carruaje desde Topolobampo donde se asentaban los primeros emigrantes europeos y estadounidenses que estaban intentando formar la nueva villa.

La primera noche durmieron en «El Publico», (El Téroque Nuevo, hoy ejido 5 de mayo).

Por la mañana partieron rumbo a Mochicahui, siguiendo el ‘camino real’ hasta llegar a la casa de la familia Hampl; de ahí hicieron otra parada en la hacienda de don Francisco Orrantia hasta llegar a su molienda en La Constancia; pasaron por Camajoa hasta llegar a Charay donde los alcanzo el señor William Wilber quien venía con tres jinetes a caballo para protegerlos, él les sugirió que continuaran la travesía hasta cruzar el rio para llegar al cerro de Cahuinahua y llegar a Vegaton en Mulanjey, (hoy Estación Vega), donde durmieron la segunda noche.

Por la mañana reanudaron su camino y al mediodía llegaron a Tehueco donde tomaron un baño en el rio a la altura donde hoy es el barrio de San Juan, donde viven aun (en nuestro corazón) ‘Lamo’ y su hijo Miguelito Quintero (qepd)

Después de comer papas cocidas pernoctaron en esa bendita tierra hasta llegar al día siguiente a la villa de San Juan Bautista de Carapoa.

En El Fuerte los recibió don Francisco Álvarez, nativo de Placencia de las Armas, Guipuzcoa, país vasco de España quien había tomado como esposa a una mestiza de Tetaroba.

Cuando llego a El Fuerte de Montesclaros, la norteamericana Mary Klueber escribió:

“La villa es una estampa española luego de la invasión de los moros. Los caserones tienen la arquitectura española arabesca con las arcadas, jardines llenos de flores y costumbres españolas, el agua para regar los jardines llenos de flores la acarrean en alforjas de cuero curtido de ganado vacuno desde el río». 

En su escrito Mary Klueber relata que en El Fuerte en el año de 1884 no había más que dos mil habitantes, españoles por descendencia la mayoría, blancos de ojos azules.

Había en el pueblo una carroza funeraria propiedad de don Francisco Orrantia y las diligencias se arremolinaban frente a la plaza, son diligencias que llegan de la provincia de Álamos y van a la Villa de San Peliphe y San Santiago (Sinaloa de Leyva).

Las mujeres y hombres indígenas eran servidumbre.

Esa tarde que llegaron, don Francisco Álvarez ofreció a los visitantes una cena que fue un festejo.

Al filo de las 12 de la noche ya con las vinaterías, el lugar donde era la plazuela Mary veía como paseaban caballeros españoles con sus damas. Nada existía. Eran solo espíritus que luego desaparecían gracias a los influjos del alcohol.

*La niña del vestido blanco*

Años después de 1910 con la revolución, las historias de apariciones fantasmagóricas cobraron notoriedad en El Fuerte. 

En donde hoy se ubica el hotel y restaurante «Orrantia», años después asesinaron al dueño de esa casona, su espíritu sale todas las noches al frente de su casa, se para y ve cómo van y vienen los paseantes. Hace dos años, el locutor de la radiodifusora «La Morrita», Johan Alexis Valenzuela logro captarlo en un video luego de una tormenta. 

En donde hoy se ubica palacio municipal, a principio del siglo una niña cayo de la segunda planta. Esa niña aún se aparece físicamente con un vestido blanco de lino hasta la rodilla. Puede verse como se mueve cuando corre. Se llegó a pensar que esta niña podría ser nieta de Alma Lugo quien trabajo en donde hoy es la oficina de Tesorería Municipal pero no.

Esta niña recorre el ala izquierda del palacio después de las 6:30 de la tarde, luego de las campanadas que dan en la iglesia del Sagrado Corazón de Jesús, la niña corriendo atraviesa todo el palacio municipal. Feligreses la han visto también corriendo con su vestido blanco purpura en la iglesia mientras se desarrolla la liturgia.

No es la única.

En la plazuela después de las campanadas, caballeros españoles persiguen a damas en la plazuela. De la casa del Constituyente se aparece Don Francisco Orrantia, quien fue el primer presidente del Congreso del Estado Constituyente del Estado de Occidente que en 1824 comprendía los estados de Sonora y Sinaloa.

Don Francisco se presenta vestido de forma elegante en el callejón Progreso. 

De las instalaciones del DIF municipal atraviesa una dama española las paredes para ir rumbo a la plazuela.

Ruidos de diligencias y de personas caminando se escuchan.

Del Hotel “Posada” sale una mujer con un vestido español vaporoso, camina a palacio municipal, entra a los servicios sanitarios, luego va hacia las oficinas de Oficialía Mayor, después regresa al baño de las mujeres y luego baja la escalinata y cruza la enrejada para salir a la plazuela.

En las casonas detrás del palacio se escuchan por la madrugada cadenas que se arrastran por los callejones, se ha visto una dama de negro con velo y peineta españoles. 

En el callejón de «el resbalon» vecinos aseguran haber visto el espíritu del padre Platón Sánchez, cuando se escucha que piedras golpean los cristales de las ventanas nadie se asoma. Hasta algunos que transitan a altas horas de la noche han sentido el golpe de las pedradas.

Luego continuare relatándoles las manifestaciones sobrenaturales que se han registrado en El Fuerte del Marqués de Montesclaros Don Juan de Mendoza y Luna, virrey de la Nueva España y de las Américas.


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