Por: Agustín Torres Sotomayor
La madre de Chantal Andere no tuvo empacho en darme la entrevista.
Con un dinero que me gané desmontando el jardín de la señora Sonia Bórquez (hermana de Nacho Bórquez) durante un mes en Guasave, pude completar para comprarme una cámara fotográfica y hacer el viaje a Ciudad Obregón, Sonora.
Era el año de 1976. No conocía a nadie, no me importo nada. Me fui a Cajeme.
Tenía que entrevistar a Jacqueline Andere, primera actriz de Telesistema mexicano, hoy Televisa.
Cuando llegue al teatro del ITSON en Ciudad Obregón, como periodista me dejaron pasar sin pagar boleto para ver la obra de teatro.
Pase a los camerinos, caminando por el pasillo escuche que la actriz Lorena Velázquez me dijo que no atendía a medios de comunicación porque estaba censada.
«No vengo a verla a usted», le espete. ¿Qué me importaba a mí? Pensé. Ya estaba en camerinos.
Cuando entré, Jacqueline Andere se acomodaba sus senos blancos y hermosos en un brasiere transparente, cuando me vio se dio la vuelta dándome la espalda.
Yo tenía 16 años, estaba sorprendido al ver como la primera actriz Jacqueline Andere se acomodaba los senos frente a mí. Ella aparecía en escena en bata de dormir.
Hasta me confesé con un sacerdote días después. Mi madre consideraba un pecado eso.
Ya había pasado el filtro de Enrique Álvarez Félix, hijo de «La doña» María Félix, y del productor de televisión Ernesto Alonso.
Jacqueline Andere estaba frente a mí, tímidamente le dije, podría entrevistarla?
Mientras ella se acomodaba sus senos blancos y hermosos antes de salir a escena, dame un minuto me dijo e hicimos la entrevista con una grabadora.
La actriz principal de la película «El ángel exterminador» del célebre español Luis Buñuel.
¡Wow! me dije y la entrevista salió bien.
Al término de esa obra me invitaron a cenar con todo el elenco unos tacos de carne asada de esa carne de Sonora.
Yo comí junto con Enrique Álvarez Félix, Ernesto Alonso, Lorena Velázquez y Jacqueline Andere.
Después de la cena me fui a dormir en la central camionera hasta que salió el alba.
15 años después le conté en Topolobampo esta anécdota a Chantal Andere, su hija. Fue un paseo en el yate de la familia Balderrama. A Chantal le pareció una buena anécdota y se la contó a su nana que la crió y que estaba con ella. Jacqueline Andere, primerísima actriz de México.
