Crónicas de un periodista… El misterioso mensaje de Elda Gámez y Fernando Solís

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Por: Agustín Torres Sotomayor

Si me permiten hablar… era un miércoles 3 de mayo del año 2000, yo llegue al estacionamiento del hotel Santa Anita y deje la camioneta suburban verde del Gobierno del Estado que estaba asignada a la Coordinación de Comunicación Social.

Cuando entré al restaurante, vi en la famosa mesa numero 9 a don Elías Chávez, editor del periódico “El Diario de Los Mochis”, don pancho ‘el cabalgante’, Othón García y Ramiro Valenzuela que departían degustando un café hablando seguramente de política.

Pase a tomar la mesa que habíamos acordado Elda Gámez, hija del locutor Simón Gámez que trabajaba como locutora en OIR (Organización Impulsora de Radio) en la estación “Radio Variedades” y Fernando Solís de Radiosistema del Noroeste, hoy RSN.

Habíamos tomado un acuerdo de reunirnos todos los miércoles para desayunar juntos. Para mí fue como recrear el grupo ‘Los Miercolitos’ aquel que había formado Guadalupe Alvarado y cuyo objetivo solo era rendir un tributo a la amistad.

Muy dispuesto llegó Ramón a atenderme, pedí un café mientras llegaban Elda y Fernando. Luego del saludo nos levantamos los tres al buffet. Cuando regresamos a la mesa había un misterioso papel doblado en donde estaba mi asiento. 

“Te estamos siguiendo, ya sabemos lo que haces, cuídate”, decía el escrito.

Después de leerlo voltee a todos lados. Solo había familias desayunando.

“¿Que pasa Agustín?”, me pregunto la Elda. No nada respondí con naturalidad.

Durante los tres miércoles siguientes apareció el mismo mensaje en el mismo papel.

Fue cuando decidí confesarles a Elda y Fernando que alguien me estaba espiando.

“No te preocupes”, dijeron casi al unísono.

Debo confesar que ya no me sentí a gusto. Hasta cuando iba a Guasave, El Fuerte o Chinobampo, volteaba a ver el espejo retrovisor tratando de descubrir a quienes yo suponía que me estaban siguiendo.

Dicen que el que nada debe nada teme, pero el tono del texto si era temerario porque jamás he tenido enemigos.

Para el cuarto ‘miercoles’ propuse hacer rotativo el desayuno a diversos restaurantes para evadir el supuesto espionaje. Debo confesar que me sentí nervioso cuando el misterioso mensaje apareció de nuevo en el restaurante ‘El Campestre’ que se ubicaba a un costado del parque “Sinaloa”.

Ese mismo día hablé a mi jefa, la licenciada Rosy Lizárraga, coordinadora de Comunicación Social del Gobernador Juan S. Millán.

“jefa me están siguiendo, siento amenazada mi seguridad”, exprese.

“No te preocupes Agustín, debe ser una impresión tuya”, me respondió.

Pero como ya andaba temeroso por los misteriosos mensajes de los miércoles, hable a mi amigo el procurador Gilberto Higuera Bernal.

“No te preocupes nosotros nos encargamos”, me dijo.

A partir de ahí sentí cierta seguridad. Al procurador de justicia, Gilberto Higuera Bernal, yo le organizaba las conferencias de prensa en el norte de Sinaloa y cultivamos una amistad incondicional. 

Higuera Bernal Fue un alto funcionario de la PGR y actualmente es el Fiscal General del Estado de Puebla.

Andaba todo nervioso. Salía de mi casa volteando a todos lados.

Ese miércoles 26 de julio del 2000 nos tocaba desayunar en el restaurante del hotel “Santa Anita” de nuevo. 

Los tres llegamos casi juntos. Cuando ocupe mi silla, Fernando Solís ya estaba ahí. Luego llego Elda Gámez.

Antes de ir al buffet avise a ‘los plebes’ que iba al baño a lavarme las manos. Elda hizo lo mismo mientras que Fernando fue a una mesa contigua a saludar a una persona que se acercó.

Cuando regresé de lavar mis manos sorprendí a Ramón, el mesero del restaurante del hotel “Santa Anita” dejando el mismo papel de los misteriosos y amenazantes mensajes.

Ramón terminó por confesarme la broma que habían montado Elda y Fernando.

Cuando nos sentamos Elda, Fernando y yo en la mesa los encaré, mostré el papel y soltaron la risa.

“Te estabas tardando”, me dijeron.

Todo había sido producto de una broma. Tuve que hablarle a mi amigo el procurador del estado para confesarle que me habían jugado una broma.

De esta crónica, Ramón, el mesero consentido del ‘Mirro’ Félix en el restaurante del hotel “Santa Anita” murió hace 4 años. 

El licenciado Gilberto Higuera Bernal de ser Procurador de Justicia en la administración del gobernador Juan S. Millán, recibió del presidente Vicente Fox la honrosa responsabilidad de dirigir una de las tres direcciones de la PGR, actualmente es Fiscal General del Gobierno del Estado de Puebla.

Elda Gámez vive en Estados Unidos con su hija Simmoney y Fernando Solís es el dirigente del Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Radio, Televisión y Telecomunicaciones en la zona norte. (STIRTT).

Esta broma de entrañables amigos ocurrió hace 21 años cuando estaba en la coordinación de Comunicación Social del Norte de Sinaloa.

Solidaridad.

Desde esta modesta tribuna me solidarizo con mis amigos Ramiro Cázarez de la revista “Mercurio” y con Dagoberto Rodriguez del portal informativo «ES LA NOTICIA”.

A ambos les han ‘tumbado’ sus portales electrónicos en un claro ataque a la libertad de expresión consagrada en la constitución. 

Coincidentemente los ataques tienen relación con información ligada a políticos de Morena.

Una crónica que yo envié y que Dagoberto me hizo el favor de publicar en su portal, nota relacionada con un diputado local ‘morenista’ del norte de Sinaloa, provocó que las granjas de boots, debo presumir que, de Morena, casi le desaparecieran su portal. 

Hago un llamado a quienes estén detrás de estos ataques. Sean o no de Morena, podrán tumbar portales de información, pero jamás van a lograr callar a quienes pensamos diferente.

Los periodistas intentamos ser el contrapeso, pero en junio, lo serán millones de mexicanos.


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