Crónicas de un periodista… “Octavio Ibarra… del cine a la radio, a la prensa escrita y crónica deportiva”

Compartenos

Por: Agustín Torres Sotomayor

Hoy comparto retazos de la vida de mi gran amigo Octavio Ibarra Cota, ‘el tehuequeño’.

Entre aquel joven simpático Contador Público de la empresa Circuito del Pacifico, que estaba formada por los cines ‘Rio Fuerte’ y ‘Royal’, al Octavio Ibarra Cota, cronista deportivo del equipo de beisbol Cañeros de Los Mochis hay un mundo de diferencia.

Octavio nació un martes 14 de septiembre de 1937 en la lodosa ciudad de Los Mochis, Sinaloa que estaba rodeada de canales. Por unas horas de diferencia, doña Benita Cota originaria de Tehueco, El Fuerte, casi da el grito de independencia cuando nació el niño rollizo, colorado por la presión del parto con un peso de 3 kilos 400 gramos.

“Cuando era niño me acuerdo que mi ama no necesitaba levantarnos para ir a la escuela, nos levantaba el ruido del silbato de la fábrica”, (compañía azucarera) dijo alguna vez mi amigo Octavio.

Fue el viernes 08 de octubre de 1954 cuando don Manuel Ceferino Pérez Alvarado, ‘el pinini’, dueño de la radiodifusora XECF, ‘La voz del valle de El Fuerte’, lo aborda precisamente cuando el joven contador salía con un maletín que contenía sus pertenencias de las oficinas del cine ‘Rio Fuerte’, ubicado por la avenida Gabriel Leyva e Independencia.

Ese octubre de 1954, el Sindicato Nacional de la Industria del Cine (STIC) había emplazado a huelga a la empresa ‘Circuito del Pacifico’, por la huelga cerraron al público los cines ‘Rio Fuerte’ y el cine ‘Royal’, solo quedó abierto el cine ‘Venecia’ cuyo dueño también era concesionario de la cervecería ‘Pacifico’.

Manuel García, que ese año era gerente del cine ‘Venecia’, reacomodó de manera temporal al personal de las otras salas cinematográficas.

Octavio recordó que el cine ‘Rio Fuerte’ era el cine de los pobres, era un relajo entre la raza brava de las colonias mientras que el ‘Royal’ era de más categoría.

Ante la huelga y al quedarse sin trabajo, ‘el pinini’ Pérez Alvarado, convence a Octavio Ibarra para que trabaje en la radiodifusora como administrador de la empresa.

“Vente con nosotros para que entres a reforzar el equipo de trabajo, somos una familia”, afirmó don Manuel.

Desde 1954 hasta el día de su muerte en el año 2007, Octavio Ibarra fue leal a la empresa RSN de los Pérez Alvarado y fiel hasta el último día a la amistad que le dispensó don Manuel Ceferino.

Un viernes 08 de agosto de 1986, Octavio me invitó a pescar al viejo puente de madera de la isla de El Maviri, íbamos los dos, solo acompañados por una hielera con doce latas de cerveza bien heladas, una caña de pescar y gusanos como carnada.

Ya sentados sobre los viejos maderos, espantando los jejenes que llegaban a puños cuando caía el alba, Octavio me platicó de su familia fuertense.

“Oscar ‘el mocho’ Cota de Tehueco es mi primo, toda la ‘cotada,’ son mis parientes, mi ama es de Tehueco”, decía orgulloso.

Recordó sus estudios en la Academia Comercial Webster y como brincó a la empresa Circuito del Pacifico. Me presumió que en las caravanas artísticas “Corona” que presentaba el cine ‘Rio Fuerte’, conoció a José Alfredo Jiménez, Amalia Mendoza ‘la taruacuri’, a Toña ‘la Negra’, Lola Beltran, Juan Gabriel, Irma Dorantes, cuando recién había enviudado del ídolo sinaloense Pedro Infante y a muchos artistas más.

“Ese año de 1954 cuando yo entré a trabajar con ‘el pinini’, tenía que irme a pie hasta la casa, ese año hubo muchos chubascos, las calles eran canales llenos de lodo, porque no había pavimento”, relató ‘el tavo’ mientras que el anzuelo no picaba ningún roncacho, menos un botete.

Ese año de 1954, don Ernesto Álvarez Nolasco había recibido el premio Nacional de Periodismo por los artículos que publicaba en la revista ‘Siempre’ de don José Pages Llergo. Don Ernesto fundó en Los Mochis ‘El Diario de El Fuerte’. Octavio empezó a hacer sus primeros pininos periodísticos de la mano de don Ernesto y simultáneamente incursiono como locutor en la XECF en los ratos libres que le dejaba su trabajo como administrador.

Fue don Francisco ‘pancho’ Pérez Alvarado, hermano de ‘el pinini’ quien lo mete de lleno a la crónica deportiva. Don Pancho que había sido el primer cronista deportivo de Los Mochis se ufana que había compartido el micrófono con Rafael Reyes Najera, ‘Kid Alto’ y con los mejores cronistas de la vieja Liga de la Costa de Beisbol.

El joven Octavio Ibarra Cota aprende rápido, ese año de 1954, de administrador de la radiodifusora pasó a aprendiz de locutor, aprendiz de periodista y aprendiz de cronista deportivo.

“Jajaja, era yo muy inquieto, no cabía en un pedacito, pero tuve muy buenos maestros”, me confeso esa noche.

La luna se hizo grandota e iluminaba la ensenada, a lo lejos, mar adentro solo se veían las mortecinas luces de dos barcos pesqueros. 

Octavio tiraba el anzuelo y antes de que este cayera al agua ya tenía en la mano otra lata de cerveza.

“Hay luna por eso no cae nada”, dijo un pescador que estaba a un costado de nosotros tirando el anzuelo al agua.

Don Manuel Moreno Rivas lo invita a escribir la sección deportiva del periódico ‘El Debate de Los Mochis’. De esa época, Octavio recordó esa noche al reportero gráfico Javier Cortez Pérez, ‘xavicor’, Arnulfo Cuadras Ruiz, Manuelito Ochoa, Rina Mendívil Chaparro, Roberto Arce, Cenobio Valdez, Saúl Norzagaray, Armando Cossio y a tantos compañeros de esa época.

Como cronista del equipo de beisbol.

Cañeros de Los Mochis a Octavio le tocó compartir micrófonos con su eterno amigo don Héctor Islas y con los cronistas de los equipos de la Liga Mexicana del Pacifico, Carlos Vázquez, Agustín de Valdez, Oscar ‘el rápido’ Esquivel, Eduardo Valdez Vizcarra, Alfonso Araujo, Carlos Córdova Guirado, José Trinidad ‘el maguito’ Obeso, Mario Thomas y Fausto Soto Silva, entre otros.

Durante muchos años como locutor mantuvo en los primeros lugares de popularidad su programa ‘La Hora de las secretarias’, que trasmitía a través de la radiodifusora XECF de Los Mochis, teniendo como jefe al ingeniero Manuel Francisco Pérez Muñoz, hijo de don Manuel Ceferino Pérez Alvarado.

Esa noche del viernes 08 de agosto de 1986 le sugerí:

“Tavo, porque no escribes un libro sobre la historia de tu vida, sería un legado para las nuevas generaciones porque se están muriendo los pioneros de la radio y las nuevas generaciones no van a valorar la historia de la radio, ya le propuse lo mismo al ‘güero’ Hays y al ‘Tapas’”.

“No yo no, sería muy pretencioso de mi parte, que lo escriban otros, ¿porque no lo escribes tu?”, respondió. 

Este día recordé la noche que Octavio y yo fuimos a pescar a El Maviri y aunque no pescamos nada, los jejenes si se dieron un banquetazo. Esa noche me relató los retazos de esta crónica.

En la fotografía que comparto, Octavio está recibiendo un reconocimiento de don Francisco ‘pancho’ Pérez Alvarado, el primer cronista deportivo de Los Mochis. El reconocimiento lo recibió en una sencilla ceremonia por la celebración del 50 Aniversario de la radiodifusora XECF.

Octavio Ibarra y Francisco Pérez Alvarado.

Octavio se casó con Yolanda Hays Cruz, quien aún vive conservando la belleza de la que se enamoró ‘el tavo’. Yolanda es hermana del locutor Alfredo ‘el güero’ Hays, quien fuera el segundo dirigente del Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Radio, Television y Telecomunicaciones (STIRTT), compositor de la canción ‘Ausencia’. 

Octavio y Yolanda tuvieron tres hijos varones y una mujer. Octavio el mayor, ya finado Jorge, que siguió la misma carrera de administración de su padre, Mayra y Carlos Ibarra Hays, es Carlos el hijo menor quien también trabajó en la radiodifusora y quien contrajo nupcias con Toñita Corrales Meza, la hija menor del decano locutor Arnoldo Corrales Bazúa, el único de los locutores pioneros activos en la historia de la radiodifusión de Sinaloa.

Octavio Ibarra Cota falleció un miércoles 27 de junio del 2007. Sus compañeros y amigos lo recordaremos por siempre. Descanse en Paz.


Compartenos