Crónicas de un periodista… “Si no liberan a ‘chitole’ Torres, no hay desfile del 20 de noviembre”

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Por: Agustín Torres Sotomayor

Con el éxito que alcanzó su programa ‘La hora comercial de Guasave’ que empezó a trasmitir a las ocho de la mañana la radiodifusora XEGS de don Roque Chávez Castro, y el programa ‘Atardecer mexicano’ que trasmitía a las cuatro de la tarde y con su cantina ‘La Rivera’ ahí cerquita del río ‘Petatlán’, José ‘chitole’ Torres construía su propia leyenda.

El locutor nacido en la rielera población de San Blas, municipio de El Fuerte convivía en una mesa de su cantina, acompañado por sus amigos el cantante guasavense Lin Angulo y con don Rosario Casillas. 

La música de la banda sinaloense de ‘Los Tamazulas de Bochon’ se alcanzaba a escuchar hasta La Brecha. Al calor de tres tandas de cervezas tecate roja, ‘chitole’ contó cuando vendía vasos de ‘lecheatole’ y burritos de machaca en la estación del ferrocarril en San Blas cuando apenas era un niño, y como después su padre don José Torres se lo llevó a trabajar de ‘aguador’ cuando la Secretaria de Obras Públicas (SOP) construía la carretera internacional México 15.

“Desde niño empecé a trabajar, hasta de bolero la hice en Los Mochis”, confesó a sus amigos.

Con la hija del Presidente Municipal.

‘Chitole’ Torres ya tenía fama de enamorado. Pedro Infante era un ‘aprendiz’ a su lado. 

A su corta edad había tenido varias novias. Fue en el tradicional baile ‘Blanco y Negro’ de los que organizaba Salim Hallal en la Sociedad Mutualista de Los Mochis, donde conoció a Armida, la hija del Presidente Municipal de Ahome, don Francisco Ceballos.

El alcalde había acudido en compañía de sus hijas a coronar a la reina. Armida lucía un vestido blanco, largo, vaporoso un poco escotado de la espalda, ‘chitole’ Torres la invitó a bailar, en menos de una hora ya le había pedido que fuera su novia. El alcalde nunca se enteró de tal osadía y menos de las salidas ‘secretas’ de la juvenil pareja.

La suerte le sonríe.

En la radiodifusora XEGS, ‘chitole’ tenía como compañeros de trabajo a los locutores, Juan Contreras, Luis Aguilar Becerra, Marco Antonio Berrelleza, sobrino de mi tocayo Agustín Cervantes Berrelleza, creador del grupo ‘Los Cervantes de Sinaloa de Leyva’, Alberto Delgadillo, Rubén Morineau, Oscar ‘el burro’ Corrales, Alfredo ‘el fello’ Contreras y Rodolfo del Campo.

El programa ‘La hora comercial de Guasave’ alcanzó tanta popularidad en los valles de El Fuerte, Guasave y en el valle del Évora, que ‘el Chitole’ tiene que visitar a sus clientes de Los Mochis y Guamúchil. 

La suerte le sonreía al locutor de San Blas. Nace su hijo al que bautiza como José Salvador Torres Osorio, sus padrinos fueron don Alfonso Montaño y doña Elvira Ibarra, imagen de portada de esta crónica. ‘Chitole’ y su esposa ‘quetita’ Osorio de Torres celebran junto a sus compadres. José Salvador Torres, hijo de ‘chitole’ es actualmente médico.

‘Chitole’ es recluido en la prisión de Mazatlán.

Del encarcelamiento del locutor sanblaseño José ‘chitole’ Torres hubo varias versiones y algunas leyendas urbanas que aún se cuentan en Guasave. La gente decía que había enamorado a la esposa del Gobernador del Estado y este lo había mandado encarcelar. Otros le ‘achacaban’ el pecado a la esposa del Presidente Municipal de un municipio del norte del Estado, fue por un ‘lio de faldas’ decían los guasavenses.

Los hechos reales sucedieron como a continuación les relato:

Un matrimonio procedente de Los Ángeles, California transitaban por la carretera México 15 con destino al puerto de Mazatlán. En un parpadeo el conductor perdió el volante del lujoso convertible blanco Chevrolet modelo 1962 estampándose contra un árbol a la altura de El Burrión, Guasave, tierra de María Valle, Elda Ayala, Paty, Minerva, ‘polencho’ y Emilio Valerio.

Las parejas de norteamericanos fueron trasladadas en la ambulancia de la Cruz Roja al hospital ‘Díaz de León’, a un ladito de la casa del sanblaseño doctor Martín Vega y Vega. El automóvil convertible fue depositado en la pensión municipal. Nadie lo reclamó y con el tiempo el vehículo fue vendido en una subasta pública. Lo había comprado un carrocero que tenía su taller en la esquina de Morelos y Belisario Domínguez en la ciudad de Los Mochis.

El vehículo no tenía permiso de internación al país, solo un documento mal expedido por la aduana de Nogales. El muchacho ‘tuneo’ ese automóvil convertible que quedo como nuevo, pero no se atrevía a sacarlo.

Un día ‘chitole’ Torres llegó al taller de carrocería, cuando vio el elegante automóvil se enamoró de él y lo compró.

“Si a pie me sobran muchachas, con un automóvil así sería el dueño del mundo”, pensó el locutor. Aquel lujoso automóvil convertible blanco Chevrolet modelo 1962 fue la sensación de aquel ‘viejo Guasave’.

‘Chitole’ Torres rentaba una casa muy cerca del Colegio “Hernando de Villafañe” y de la escuela primaria “18 de marzo”, frente a la casa de la “Señorita México”, Libia Zulema López Montemayor y cerca del molino de nixtamal de don Bárbaro Cervantes. Ahí dejaba estacionado el fantástico automóvil y se iba a pie a la radio.

Güeritas, gorditas, altas, flaquitas, morenitas, pelirrojas, casadas y solteras, muchas mujeres fueron vistas en el auto, pero la felicidad no iba a durar mucho.

‘Chitole’ Torres decide poner en venta el convertible blanco. Un soldador llamado Jesús Valenzuela al que apodaban ‘Chuy el burro’, que tenía su taller por la calle Álvaro Obregón esquina con Belisario Domínguez en Los Mochis, le había pedido a su compadre, el locutor Gregorio ‘goyo’ Becerra que, si veía un carro, aunque fuera ‘chueco’, le avisara para comprarlo. En ese tiempo era penadísimo por la ley traer un vehículo extranjero.

“Avísame compadre, si es chueco el carro no hay problema yo tengo conocidos en la policía judicial”.

Gregorio ‘goyo’ Becerra busca a su compadre ‘chitole’ Torres y le informa que tiene comprador para el convertible blanco y se lo trajo de Guasave. El soldador ofreció al Chitole 15 mil de aquellos pesos. Ambos firmaron tres pagares por cinco mil pesos cada uno. Ni un cinco hubo de por medio, solo la palabra empeñada en esa operación comercial.

Días después en un viaje de trabajo que tenía que hacer a El Guayabo para soldar los fierros de una batanga, cuando terminó su trabajo, ‘chuy el burro’ al salir por una vereda no se dio cuenta que habían regado una parcela de maíz y el vehículo se estancó en el lodo del camino. El soldador dejo el automóvil y regresó a Los Mochis en el camión. Para su mala suerte, al comisario municipal le llegaron reportes de un automóvil abandonado y este paso el reporte a la Policía Judicial del Estado. Era un carro ‘muy placoso, demasiado lujoso’.

Cuando el soldador fue al día siguiente para sacar el carro del lodo y no lo encontró, le dijeron que lo habían remolcado a la pensión municipal. Ahí los ministeriales le dijeron a ‘chuy el burras’ que había cometido un delito. Él confeso que el automóvil se lo había comprado de buena fe al locutor José ‘chitole’ Torres.  

Ante la Policía Federal.

Fue el comandante Delfino Ruiz quien se presentó el martes 14 de noviembre en la casa de ‘chitole’ Torres en la colonia ‘Insurgentes’ de Los Mochis. Cuando le informaron del presunto ‘delito’ que había cometido, lo esposaron y lo subieron en la caja de la camioneta de los ministeriales federales ante el asombro de mi compañero locutor Gregorio ‘goyo’ Becerra, compadre del ‘chitole’ que había llegado coincidentemente en ese momento.

“Hay una orden de aprehensión por delitos del orden federal”, informó el comandante a ‘goyo’ Becerra cuando este exigió una explicación.

La patrulla enfiló por el boulevard Rosendo G. Castro y tomó la avenida Belisario Domínguez. ‘Goyo’ Becerra iba en su automóvil siguiendo a la patrulla, ‘chitole’ iba esposado, recostado en el piso de la caja de la camioneta, por fortuna nadie lo vio en esa penosa situación. Al llegar al ‘Lienzo Charro’ de Los Mochis la patrulla se detuvo y ‘Goyo’ hizo lo mismo detrás de ellos. 

El comandante Delfino Ruiz le dijo a ‘chitole’ Torres: “es usted una persona muy conocida y muy querida en todo el norte de Sinaloa, además se ve muy honorable, le voy a quitar las esposas y va a viajar junto a nosotros en el asiento de adelante”.

“Yo me iré detrás de ustedes hasta Mazatlán compadre, vamos a mover cielo mar y tierra para que te liberen”, le dijo ‘Goyo’.

Si no lo liberan no hay desfile el 20 de noviembre.

El miércoles 15 de noviembre de 1967 cuando la noticia apareció en los periódicos de todo el estado, en Guasave la noticia cayó como una bomba, los noticieros de radio dieron a conocer la noticia sin dar los pormenores.

Ante la desinformación, surgió la versión que habían encontrado a ‘chitole’ Torres en ‘paños menores’ junto a la esposa de un famoso político. Otros más decían que se había ‘robado’ a la hija de un Presidente Municipal. Fue tanta la inconformidad social que provocó en todo el norte del Estado la detención del locutor sanblaseño que hasta al mismo Gobernador, Leopoldo Sánchez Celis, organismos de productores, entre ellos la Liga de Comunidades Agrarias pidieron que interviniera para lograr su liberación.

El domingo 19 de noviembre de 1967 ya tenía ‘chitole’ tres días en la cárcel. Esa mañana estaba ‘goyo’ Becerra en un café de Mazatlán con un abogado de apellido Giry Gil, cuando platicaba sobre el caso, un señor chaparrito de sombrero que los escuchaba les dijo:

“Ese delito no merecía la cárcel” y le habló por teléfono a su hijo que era el presidente del Comité Municipal del PRI en Mazatlán quien ofreció ayudarlos.

El dirigente llego a los diez minutos con el respaldo del entonces Presidente Municipal, Bernardo Sánchez Osuna.

Los cuatro hombres encabezados por el presidente del Comité Municipal del PRI y su padre, llegaron a la oficina del Ministerio Público Federal. Al revisar el expediente de ‘chitole’ Torres a intercambiar comentarios con el Oficial del Ministerio Publico, al ver la intransigencia del funcionario federal, el dirigente municipal les expresó en tono amenazante:

“Están cometiendo una injusticia, van a ser los culpables de la indignación de la gente del norte del estado, ¡si no lo sueltan hoy, mañana en Mazatlán no hay desfile del veinte de noviembre!”, advirtió sumamente enojado. 

Ya para ese momento se había formado un grupo muy numeroso de guasavenses, sanblaseños, mochitenses, alvaradenses y gente de Sinaloa de Leyva afuera de la oficina del Ministerio Público Federal exigiendo la liberación de José ‘chitole’ Torres.

Entre los manifestantes estaban don Rubén Baldenebro, Tino Ontiveros conocido popularmente en Guasave como ‘tino chivero’,  Oscar Tordecillas, José Ángel Gómez Mora, Oscar Chávez Castro, Manuel ‘el sordo’ Félix, Rosario Casillas, el cantante guasavense Ling Angulo, Pepe Sosa, dueño del Bar 44, mis compañeros locutores Gregorio ‘goyo’ Becerra, Germán Rivera Nieblas, los músicos del grupo ‘Los Noreños de Mazatlán’ con quien ‘chitole’ Torres había grabado la canción ‘Corazón de Oro’ y tres primos de ‘chitole’ Torres que habían llegado desde La Capilla, El Fuerte.

Camino a la iglesia de Nuestra Señora del Rosario en Guasave.

Cuando ‘chitole’ Torres salió libre, una salva de aplausos se escuchó.

“Esto hay que celebrarlo, vámonos a comer”, gritó “tino chivero”. Oscar Tordecillas pidió a los músicos de una banda sinaloense que tocaran una diana ya estando en el restaurante. Toda la palomilla que sumaban casi cincuenta personas, vitoreaban al locutor de San Blas como si fuera un héroe.

Cuando salieron de Mazatlán, luego de recorrer en caravana el malecón, llegaron a Guasave casi a las diez de la noche, todos se habían reunido en la gasolinera de Hugo Miguel, la que está al entrar de Guasave, habían hecho una promesa, ir a la iglesia de Nuestra Señora del Rosario a la misa de agradecimiento por la liberación del ‘chitole’ Torres.

El párroco Rubén Rojas y los sacerdotes Mariano y Ramiro esperaban en la iglesia ese lunes 20 de noviembre de 1967. Iban a hacer una misa concelebrada. La iglesia estaba llena de gente, mujeres que lloraban, hombres con sombrero que esperaban a ‘chitole’ Torres, parecía Día de la Virgen del Rosario, no cabía un alfiler.

La noticia de la liberación de ‘chitole’ se dio a conocer a través de las radiodifusoras XEGS de don Roque Chavez Castro y en la XEORO Radio de don Oscar Chávez su hermano, todo el norte de Sinaloa se mantuvo informado de su llegada a Guasave, casi cinco mil personas llegadas de Guasave y muchas comunidades estaban en ‘La Ermita’, a la entrada de Guasa esperando la llegada del locutor.

Este no anda ‘hereje’ como otros’.

El Presidente Municipal de Guasave, don Pablo Rubio Espinoza ordenó un operativo de transito ante los miles de personas que esperaban ver a ‘chitole’ Torres.

Fue su compadre Gregorio ‘goyo’ Becerra quien lo trajo de Los Mochis a Guasave.

“Nunca valoré tanto estos momentos, nunca valoré todo lo que amo a esta tierra”, comento ‘chitole’ cuando venían por la carretera México-15 y llegaban a la 19 desde donde se lograba ver la antena de la XEGS ahí en el mero barrio ‘El Chaleco’ de Guasave; eran las nueve de la mañana cuando llegaron a la gasolinera de Hugo Miguel, el empresario gasolinero y un grupo de personas lo esperaban.

Hugo Miguel tenia listo un hermoso automóvil convertible rojo descapotado.

‘Chitole’ que sentía pasión por esos autos le pregunto:

“¿Y esta chulada de carro, a cuanto lo vendes?”, Hugo Miguel Salgueiro respondió, “noo si no lo tengo en venta y además este carro si tiene papeles, no anda hereje como otros”, todos soltaron la risa.

Hasta ‘la mayeya’ se acercó a abrazarlo.

Cuando inicio el recorrido, Torres era vitoreado como un verdadero héroe, hasta ‘la Mayeya’ que cargaba el balde vendiendo menudo con sus tres niños se acercó al lujoso vehículo a saludar y abrazar al ‘chitole’ y expreso casi gritando:

“Estos pinches policías no tienen madre, son una bola de ratas, como pudieron llevarte preso, si los que deberían estar encerrados son ellos”.

Con la ciudadanía en las calles que había ido a ver los contingentes del desfile del 20 de noviembre más los que habían ido a recibir al ‘chitole’ Torres, en las calles había miles de gente que vitoreaban al popular locutor de San Blas, municipio de El Fuerte.

‘El Chitole’ se ponía de pie, alzaba los brazos y sonreía agradeciéndole a la gente tanto cariño. Mi compañero locutor ‘goyo’ Becerra, que iba en el mismo vehículo y que fue compadre del ‘chitole’ me contaría que se le doblaban las ‘corvas’ de la emoción al ver la manifestación de afecto de los guasavenses.

Solo cuando murió Valentín Elizalde y llegaron con sus restos a Guasave hubo tantísima gente como cuando llego ‘chitole’ Torres, son los dos eventos que han concentrado miles de personas.

‘Chitole’ Torres apenas podía caminar cuando la comitiva llego a la plazuela ‘Miguel Hidalgo’. Sus compadres Rubén Baldenebro y ‘Tino ‘Chivero’ acompañaban al ‘chitole’ por la derecha mientras que por la izquierda iban ‘goyo’ Becerra y Hugo Miguel Salgueiro.

Mientras subían los diez y seis escalones para llegar al atrio, se acercó a ‘chitole’ la señora Virgen, dueña de la tintorería ‘San Benito’ acompañada por la señora Josefina Castro y su hermana María de los Ángeles Castro, esposa de don Miguel Leyson Pérez, abrazaron al célebre locutor mientras que las radiodifusoras XEGS y XEORO Radio, transmitían el histórico evento.

Oscar Chávez Castro pidió a ‘goyo’ Becerra que se encargara de la trasmisión.

‘Goyo’ trabajaba en la XECW Radio Variedades de Los Mochis mientras que por la XEGS don Roque Chávez Castro había dado instrucciones para que fuera Luis Aguilar el encargado de la trasmisión.

Cuando finalizó la Santa Misa y con ella la trasmisión en vivo de las dos radiodifusoras, Luis Aguilar, quien era invidente le dijo a ‘goyo’ Becerra:

‘No cabe duda primo, los mudos nos dicen, los mudos Aguilar Becerra y Becerra Cervantes’.

Oración.

Pido una oración por Salim Chávez Castro, hermano menor de don Roque y don Oscar Chávez Castro.

Salim ya está acompañando a sus hermanos y a sus padres, doña Sofía Castro y don Salvador Chávez en la casa de nuestro padre. 

Cuando yo inicié mi carrera en la radiodifusión como grabador y programador de la radiodifusora XEGS tenía 15 años, Salim y Nelly Chávez Castro, su hermana, fueron inolvidables compañeros de trabajo liderados por quien fue un excelente jefe y maestro, don Roque Chávez Castro.

Descansa en Paz, Salim.


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