Crónicas de un periodista… ¡¡Tenía que ser Rauffel Guerrero!!

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Por: Agustín Torres Sotomayor

Esta es la segunda entrega de la historia de un pionero de la radiodifusión en la XEORF de El Fuerte, Sinaloa.

Rauffel nació un domingo 22 de agosto de 1943, sus padres fueron don Raúl Guerrero y la señora Lupita Contreras Ceceña. 

Don Raúl Guerrero se enlistó en la compañía de teatro de don Fernando Soler en 1936. Don Raúl participó caracterizando a un vampiro en la filmación de la película ‘El vampiro del Mar’, que rodó una compañía cinematográfica de Hollywood en Mazatlán, Sinaloa. 

Don Raúl regresa a El Fuerte.

Doña Paz, abuela paterna de Rauffel, era una monja religiosa española que había llegado a El Fuerte, pero al enamorarse del abuelo de Rauffel, ‘colgó’ los hábitos. En 1938 enferma doña Paz, madre de don Raúl quien, al enterarse de la afección de su madre, abandona la compañía teatral para regresar a El Fuerte.

Cuando Raúl llega a su casa va a la recamara donde se encuentra su madre sumamente ‘enferma’, con ella estaban los doctores Alberto Trip y Leonardo Álvarez, ambos sugieren que se quede en El Fuerte y se olvide de andar de trotamundos. Raúl Guerrero abre un estudio fotográfico, así fue como conoció a la joven Guadalupe Contreras Ceceña con quien procreó seis hijos; Rauffel, Prim, Otho, Bagdad y dos niñas que lamentablemente fallecieron a edad temprana.

Al que le cae, le hiede.

Rauffel inicio sus primeros estudios en la escuela primaria ‘Profr. José Rentería’ de El Fuerte, como era hiperactivo y sus travesuras se multiplicaban día con día, su estancia en esa institución educativa fue corta. Recorrió todas las escuelas de la cabecera municipal y de todas llamaban a doña Lupita y a don Raúl con varios reportes, o lo reprobaban o lo expulsaban. De ahí que curso tres veces el cuarto grado en el Colegio “Unión”, ‘Club de Leones’ y en ‘la Rentería’.

El martes 01 de septiembre de 1953 mi tía Delia Sotomayor, que era maestra de la escuela ‘Emiliano Ceceña Torres’ de Chinobampo, propuso a doña Lupita que la dejara llevarse a Rauffel Guerrero a terminar el quinto año de primaria en esa escuela, don Raúl al principio se resistió a dejar la tutoría en manos de la joven maestra.  Debo precisar que el padre de mi madre, mi abuelo Pablo Sotomayor, fue el primer director de esa escuela primaria de Chinobampo en el año de 1920 cuando don Rafael López Mallen era el presidente municipal de El Fuerte.

Mi tía ‘cuca’ Sierra de El Chicural, recuerda que un día que salieron al recreo, había un escándalo en el patio escolar, era Rauffel que había agarrado a un zorrillo cerca del panteón por el camino a ‘El Chicural’ y lo había llevado a la escuela en una caja.

Rauffel había amarrado un mecate de ixtle en el cuello al pobre animalito que, como mecanismo de defensa, empezó a soltar un líquido muy apestoso, así lo paseo por cada uno de los salones. Las niñas y niños corrían a todos lados, uno de ellos lo amenazó con reportarlo a la dirección, Rauffel agarro al zorrillo y para borrar toda evidencia lo hecho adentro de la noria que abastecía de agua a los estudiantes y maestros.

‘Si vieras mijito la cara que puso tu tía Delia cuando le dieron la queja del miadero de plebes que dejo el zorrillo de Rauffel, era un mitote muy grande, ese niño Rauffel agarraba al zorrillo, le daba tatahuila mientras gritaba, ¡plebes, al que le cae le hiede!’.

La queja también llego a oídos del entonces presidente municipal, Manuel Cota Ochoa, quien ordenó que de inmediato la noria fuera desaguada y así estuvieron desaguando durante dos años hasta que nuevo alcalde Benjamín Ibarra Guerrero ordenó que hicieran pruebas para reutilizar la noria, esto fue en 1955. Hasta las niñas y niños estuvieron tomando clases debajo de los árboles porque las paredes de los salones estaban impregnadas al olor de aquel zorrillo, que fue mascota de Rauffel. 

Solo cuatro meses estudio Rauffel Guerrero el quinto año en la escuela de Chinobampo porque la directora Sara de Ruelas ordenó su expulsión, ‘Los niños de Chinobampo son traviesos, pero este se voló la barda’, exclamo la profesora.

Superado el suceso, don Raúl mando a Rauffel a La Paz, Baja California, allá estuvo con una hermana de doña Lupita, quien lo inscribió en la Escuela #1.

Un año y medio logró mantenerse en esa institución hasta que hizo otra travesura del tamaño de la península y tuvo que regresar a El Fuerte donde encontró las puertas cerradas en las escuelas de donde había sido expulsado.

Técnico electricista.

Rauffel ya era un adolescente cuando don Raúl habla con la maestra Olga Parra, directora de la escuela ‘Club de Leones’ para que le hicieran un examen a título de suficiencia y pudiera culminar el sexto año.

Rauffel recuerda ese examen, ‘fueron tantas veces que hice el sexto año en varias escuelas que el examen para mí fue pan comido’.

El jueves 01 de septiembre de 1960, Rauffel inicia los estudios en la Escuela Secundaria Nocturna, no termina la secundaria porque se va a Chihuahua donde vivía un hermano de don Raúl Guerrero, su padre, allá estudia la carrera de electricidad en el Instituto Tecnológico, simultáneamente culmina con éxito la secundaria y recibe el título de técnico electricista. 

Miguel Ceceña lo invita a afiliarse al PRI.

Fue el viernes 26 de julio de 1963, unos días antes de cumplir 20 años, Rauffel ya tenía una carrera en su futuro.

Ese año Rauffel regresa a El Fuerte, era presidente municipal don Miguel H. Ruelas y su amigo Miguel Ceceña Ruelas lo invita a ingresar al Partido Revolucionario Institucional, Rauffel se lleva a un grupo de amigos para que se registren también. Resulto un exitoso promotor del partido tricolor.

Las oficinas del PRI estaban a un costado de la casa del profesor Mario Benítez, padre de mi compadre Jaime Valencia, ahí en el viejo hotel ‘Diligencias’ frente al DIF municipal, a los jóvenes los atendió Juan Portugal que había sido presidente del partido tricolor.

De la mano de Miguel Ceceña, el joven empezó una carrera en el servicio público, primero con Miguel H. Ruelas y con los que le precedieron.

En 1970 Rauffel colaboraba con el alcalde Ismael Castro Quiñónez, el jueves 10 de septiembre, el director de Acción Social se reporta enfermo. El sábado 12 de septiembre, el alcalde Castro Quiñonez le pide que organice el evento cívico donde se conmemoraría a los Niños Héroes y la defensa del castillo de Chapultepec

Y Dios Nuestro Señor pone los medios. La ceremonia del ‘Grito de Independencia’ del martes 15 de septiembre iba a ser trasmitida a través de la radiodifusora XEORF, ahí es donde Rauffel conoce al ingeniero Luciano Manterola, que era el técnico de la radiodifusora. 

Al término del evento cívico, el alcalde se traslada a Culiacán a una reunión con el gobernador Alfredo Valdez Montoya, junto con Manterola, Rauffel se hace cargo de las pruebas de trasmisión. Durante la prueba se escucha en el audio un ruido, ni el ingeniero Manterola ni nadie supo explicar el origen de ese ruido que impedía escuchar con claridad. 

Rauffel invita al ingeniero Manterola a revisar el cableado telefónico, ambos suben a una camioneta y se enfilan rumbo al hospital ‘Santa Rita’ hasta donde llegaba el cableado telefónico que habían tendido desde el hotel ‘Posada del Hidalgo’.

Rauffel señalo un cable descubierto, por el uso y por la exposición al sol estaba medio quemado y con el aire, las ramas de una ‘pingüica’ rozaban con el cable, Rauffel agarro la escalera y subió a ponerle cinta aislante, así fue como terminó con el problema del ruido para sorpresa del ingeniero de la radiodifusora.

Al día siguiente Luciano Manterola invitó a Rauffel a desayunar en el restaurante ‘El Capri’, mientras comían una machaca sinaloense con tamal de elote, el ingeniero de la XEORF le ofrece trabajo en la radiodifusora. Ese año los dos únicos locutores que tenía la estación de radio eran Octavio Domínguez y Alonso Ayala ‘el huarachudo’, la ‘plebada‘ del barrio ‘La Tenería’ le daban ‘carrilla’ al Alonso. 

Así fue como Rauffel Guerrero Contreras llego al mágico mundo de la radio y así fue como entró a la historia.

Precisión.

Quiero agradecer a los candidatos y candidatas a la Presidencia Municipal de El Fuerte por los diferentes partidos políticos, por invitarme a participar en sus equipos de campaña política en el área de Comunicación Social.

Por prescripción médica no puedo participar, por el cáncer de estómago pertenezco al grupo de riesgo ante el Covid 19. A todos les deseo suerte. 

A ti Maribel.

A ti estimado Gildardo.

A ti Toñito 

Y a ti cuñadito Vicente Picos. 

Gracias por incluirme con su invitación a participar.

Pero también a ti estimadísimo ‘toño’ Castro, a ti Jairo y a ti Israel Zamorano.

Lamentablemente tengo que seguir confinado pero una cosa si les aseguro. El Fuerte merece más progreso y desarrollo. ¡¡Suerte a todos ustedes!!

Échenle ganas y como decía don Luis Soto ‘el pura vida’. ¡Animo! ¡Dios provee!


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