Por: Juan Manuel Veliz
Ubicada en la calle Francisco Indalecio Madero de la Villa de San Phelipe y Santiago de Sinaloa, hoy la colonia Sinaloa de Leyva se encuentra en pie una vieja casona que tiene una rica historia que supera el siglo de vida, como muchas edificaciones que se resisten a morir y ven pasar el tiempo estoicamente.
El edificio que hoy divulgamos es una esta casa que perteneció a don Hipólito Velázquez Avendaño y después a su hijo Octavio Velázquez.
Don Hipólito Velázquez Avendaño, fue parte de la lucha electoral del 1909 apoyando como candidato a José Ferrel Félix que se desarrolló en el distrito de Sinaloa y que encabezaba Gabriel Leyva Solano.
Luego tiempo más adelante, fue segundo regidor propietario en la planilla que encabezaba como presidente municipal don Victoriano Brambila Colmenares, periodo 1916-1917.
La familia Velázquez Avendaño eran originarios de la comunidad de San Joaquín, mientras que su hijo Octavio Velázquez Armenta, tenía conocimientos farmacéuticos e instaló en su domicilio una botica donde preparaba pomadas y jarabes para su venta.
Personaje muy inquieto que gustaba de la radioeléctrica, esto lo llevó a ser radioaficionado ya que trasmitía con radio de bulbos y más aparatos.
Casado con Juanita Velázquez con la cual procreó los siguientes hijos: Octavio, Segismundo, Abelardo, Lidia y Olivia.
Envió a estudiar a la ciudad de México a su hijo Octavio, mientras que Segismundo el murió en un accidente automovilístico. Octavio es un profesionista de éxito en la ciudad de México. Abelardo se casó con Margarita Rojo Heredia y se fue a vivir a Culiacán. Su hermana Olivia murió en esta casa, se comenta que sufrió trastornos mentales por leer novelas y cuentos. CUENTA LA HISTORIA que estuvo enamorada platónicamente del artista y torero Manuel Capetillo. Mientras que Lidia que era la menor vive en la ciudad de Guadalajara.
Mucho tiempo duro esta casa abandonada y en ruinas, hasta que en 1988, fue expropiada por el Ayuntamiento de Sinaloa que encabezaba el ingeniero Héctor Moreno Cota y como Secretario el licenciado Bernabé Sepúlveda Parra para ser donada mediante decreto a Correos Nacionales.
Es precisamente ahí donde se construyó un moderno edificio que ocupó las instalaciones del Servicio Postal Mexicano (Sepomex) hoy Correos de México, terminando con esta vetusta casa que todavía mantenía los anuncios contra el paludismo.