El baúl de los recuerdos… Nolan Ryan, un salvaje del pitcheo

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Por: Dagoberto Rodríguez

Solo 4 equipos y 27 temporadas bastaron para edificar la leyenda en que se convirtió sobre la loma de pitcheo, donde la fuerza y la rapidez de sus lanzamientos eran letales para sus oponentes, su nombre Lynn Nolan Ryan Jr. conocido por muchos como ‘el expreso de Refugio, Texas’ en alusión a su lugar de nacimiento un 31 de enero de 1947.

Desde joven Ryan dio muestras de su fuerza para lanzar. Por ejemplo, durante un inning de un juego de secundaria, fracturó el brazo del primer bateador con un lanzamiento recto y al siguiente le quebró el casco. El tercero ya no quiso salir a batear, pero lo hizo al final y fue ponchado en tres lanzamientos.

Fue seleccionado por los Mets de Nueva York en 1965. El año de su debut (1966) tuvo un desempeño de 0-1 en dos juegos. En 1967 jugó en Carolina League y rindió 272 ponches, 127 bases por bola y 17 victorias en Greenville, todos récords para esa época. También en ese año hizo el servicio militar. Para 1968 retornó a las Ligas Mayores.

Ryan de novato con los Mets de Nueva York.

En la ‘gran carpa’ jugó durante 4 décadas distintas donde solo vistió los uniformes de Mets de Nueva York, Serafines o Angelinos de California, Astros de Houston y Rangers de Texas, solo los Mets no han retirado el numero que utilizara Nolan con ellos.

Asistió a ocho Juegos de las Estrellas, fue el mejor de la liga en ponches seis veces en sus primeros doce años. Logró durante su carrera récord de 7 juegos sin hit ni carrera, pero además lanzó 12 partidos de un solo hit, 18 juegos donde solo admitió 2 imparables y 31 duelos donde permitió 3 hits al equipo rival, algo verdaderamente impresionante.

El 15 de mayo de 1973, en el «Royal Stadium», Nolan Ryan jugando para los Angelinos de California, lanzó su primer No Hit No Run, en las Grandes Ligas, ante los Reales de Kansas City, venciéndolos 3-0.

Sus rivales, que eran los Reales, sin embargo, entendieron que esto no era un juego sin hits de un lanzador ordinario.

«Está lanzando la pelota más fuerte que cualquier hombre que haya visto en mi vida», dijo el primera base John Mayberry.

«Si tuvieramos una liga superior, él podría estar en ella», dijo el jardinero Hal McRae.

El campocorto de los Reales Freddie Patek no estuvo de acuerdo con la autoevaluación de Ryan. «¿Es este el primero?» preguntó. «Bueno, no creo que sea su último».

No lo fue. Tiraría seis más.

Con el uniforme de los Angelinos de California lanzó 4 juegos ‘sin hit ni carrera’.

El 15 de julio de 1973, en el «Tiger Stadium», Nolan Ryan jugando para los Angelinos de California, lanzó su segundo No Hit No Run, en las Grandes Ligas, ante los Tigres de Detroit, venciéndolos 6-0. Ese fue el infame episodio de Norm Cash. Ryan estaba a una distancia del no-hitter cuando Cash se acercó al plato, blandiendo no un bate sino una pata de mesa de madera arrancada de una mesa en el camerino de Detroit.

«¡Mira su bate!», Ryan gritó desde el montículo. El árbitro Ron Luciano, después de doblarse de risa por primera vez, le dijo a Cash que se deshiciera de él. Cash declaró que, de todos modos, no tenía oportunidad de conectarle un hit a Ryan. Después de encontrar una pieza de madera legítima para usarla, Cash conectó elevado débil para el out y Ryan tuvo ‘la joya’.

Esa temporada, ponchó a 383 bateadores, rompiendo el récord moderno de Sandy Koufax.

El 28 de septiembre de 1974, en el «Anaheim Stadium», Nolan Ryan jugando para los Angelinos de California, lanzó su tercer No Hit No Run, en las Mayores, ante los Mellizos de Minnesota, venciéndolos 4-0.

El 1 de junio de 1975, en el «Anaheim Stadium», Nolan Ryan jugando para los Angelinos de California, lanzó su cuarto No Hit No Run, en el ‘big show’, ante los Orioles de Baltimore, venciéndolos 1-0.

En 1980, Ryan firmó con los Astros de Houston como agente libre para convertirse en el primer jugador en ganar un salario anual de 1 millón de dólares.

El 26 de septiembre de 1981, en el «Astrodome», Nolan Ryan jugando para los Astros de Houston, lanzó su quinto No Hit No Run, en las Grandes Ligas y primero en la Liga Nacional.

Con el uniforme de los Astros de Houston, también logró lanzar ‘la joya de pitcheo’.

El 11 de junio de 1990, en el «Alameda County Coliseum», Nolan Ryan jugando para los Rangers de Texas, lanzó su sexto No Hit No Run, en las Grandes Ligas. Esta vez, ante los Atléticos de Oakland, venciéndolos 5-0. Lo hizo a la edad de 43 años.

El 1 de mayo de 1991, en el «Arlington Stadium», Nolan Ryan jugando para los Rangers de Texas, lanzó su séptimo y último No Hit No Run, en las Mayores. Fue ante los Azulejos de Toronto, venciéndolos 3-0. Fue a la edad de 44 años, contra un equipo de los Azulejos que estaban encaminados a la postemporada, ponchando a 16 con dos bases por bolas. Solo dos lanzadores han ponchado más en un juego sin hits: Max Scherzer y Nolan Ryan (ponchó a 17 en el juego Norm Cash).

Según los informes de la época, la bola rápida de Ryan registró 96 mph en la cuarta entrada y su lanzamiento final a Roberto Alomar registró 93 mph. Eso puede no parecer tan impresionante ahora, pero hay que tomar en cuenta que las pistolas de radar utilizadas en ese entonces eran más lentas que la tecnología actual. Reportaron que Ryan también lanzó todo el juego con una llaga en el dedo medio que se abrió cuando calentaba en el bullpen. Lanzó el no-hitter con sangre en la pelota.

«Me dolió desde el momento en que me levanté de la cama hasta el momento en que salí al montículo», dijo Ryan después del juego. «Fue uno de esos días en que supe cuántos años tenía cuando desperté. Podía sentir cada minuto de estos 44 años».

En el ocaso de carrera, a sus 43 y 44 años de edad jugando para los Rangers de Texas lanzó par ‘No hit, No run’ ante Oakland y Toronto, respectivamente.

Sus siete juegos sin hits ni carrera fueron con siete receptores diferentes, la mayoría de los cuales tuvieron carreras olvidables: Jeff Torborg, Art Kusnyer, Tom Egan y Ellie Rodríguez con los Angelinos de California; Alan Ashby en la ‘joya’ los Astros de Houston; y John Russell y Mike Stanley con los Rangers de Texas.

El pitcher con la mayor brecha entre juegos sin hits ni carreras lanzados es Nolan Ryan quien lanzó su primero en 1973 y su último en 1991, con 18 años de diferencia, a pesar de esas hazañas el ‘expreso de Refugio, Texas’ nunca pudo ganar el prestigiado Cy Young, algo que por ejemplo Roger Clemens ganó 7 veces pero nunca pudo lanzar un juego ‘sin hit ni carrera’.

Solamente, 5 pitchers en la historia de las Grandes Ligas han lanzado 3 o más partidos ‘sin hits ni carrera’, ellos son: Nolan Ryan, con 7; Sandy Koufax, con 4; Bob Feller, Larry Corcoran y Cy Young, con 3.

A pesar de su poderosa recta y gran curva, que en ocasiones podía influir en su descontrol, Nolan Ryan lanzó en su larga carrera 4 juegos completos sin otorgar boletos y tuvo una seguidilla de 21 innings consecutivos sin dar una base por bolas, la más larga de su carrera.

Ponchó a 5 mil 714 bateadores y concedió un  total de 2 mil 795 boletos. Ponchó a 1 mil 176 bateadores diferentes, desde el primero que recetó a Pat Darvish el 11 de septiembre de 1966 hasta el último strikeout recetado al receptor Greg Myres jugando para los Angelinos de Los Ángeles el 17 de septiembre de 1993, por cierto Myers tenía 5 meses de nacido cuando Ryan ponchó a Darvish, su primera víctima por la vía de los strikes.

Fueron muchas duplas de padre e hijo que al ‘expreso’ les tocó atender con sus pitcheos, ahí destacan: Bobby y Barry Bonds, Tito y Terry Francona, Ken Griffey padre e hijo, Sandy Alomar padre e hijo además de Roberto otro miembro de esta familia, Hal y Brian McRae, Maury y Bump Wills, Ducky y Dick Schofield, Tony y Eduardo Pérez, a todos ellos les recetó cuando menos un ponche.

Para lograr semejante cantidad de 5 mil 714 ponches, Ryan lanzó 4 juegos de 19 abanicados; un juego de 18 ponches; 3 duelos con 17; 8 juegos de 16 ponches; 10 partidos con 15 strikeouts y 10 más con 14 abanicados; 20 partidos con 13 ponches; 39 juegos con 12 ‘chocolotes’; 56 juegos con 11 ponches y 64 partidos donde contabilizó 10 victimados por strikes, un total de 215 partidos superando la decena de ponches.

En 1985 se convirtió en el primer pitcher en llegar a los 4 mil ponches. El 22 de agosto de 1989 consiguió su ponche 5 mil frente a Ricky Henderson.

El mejor juego de Nolan Ryan tuvo que ser su duelo contra Luis Tiant de los Medias Rojas el 14 de junio de 1974, un viernes por la noche en el estadio de Anaheim. A lo largo de 12 entradas, ambos lanzadores permanecieron en el juego.

El manager de los Angelinos, Bobby Winkles, quería sacar a Ryan. «Nolan quería ganar este, y simplemente dejé que siguiera», dijo Winkles. «Al final de 12 entradas le dije que eso era todo, pero él dijo: ‘Debes dejarme lanzar al menos una entrada más porque aún no he establecido mi récord'».

Winkles supuso que se refería al récord de 21 ponches de Tom Cheney en un juego. No, Ryan se refería a los 242 lanzamientos que hizo contra Detroit en un juego de 1973. Ryan tendría que conformarse con 235 lanzamientos en este juego. Sus números en línea: 13 EL, 8 H, 3 R, 10 BB, 19 K, 58 bateadores enfrentados. En el mismo juego, establecería los máximos totales de su carrera en boletos (lo empató en otra ocasión) y ponches (empatado otras tres veces).

Consiguió 324 victorias (lugar 14) y que tiene el récord de menos hits admitidos por cada nueve entradas de por vida (6.555), ganó una Serie Mundial en 1969 con los sorprendentes Mets de Nueva York donde no era ni por mucho un estelar de esa rotación de abridores.

El receptor con quien más ocasiones hizo bateria fue Alan Ashby en un total de 136 juegos, Terry Humphrey con 65 y Mark Bailey con 62, entre un total de 36 receptores que tuvieron el honor de recibir sus pitcheos, en esa lista figura el mexicano Alex Treviño quien fue su receptor en 10 ocasiones. De ese selecto grupo de 36 cátchers, 7 de ellos inmortales del Salón de la Fama como él.

Ponchó más bateadores que nadie, caminó más bateadores que nadie, fue el más difícil de batear, hizo la mayor cantidad de lanzamientos salvajes, cometió la mayor cantidad de errores, permitió la mayor cantidad de bases robadas, hizo la mayor cantidad de lanzamientos con un aproximado de 34 mil 500 pitcheos, lanzó la mayor cantidad de juegos sin hits y nunca, nunca cedió ante un bateador.

Nunca ha habido un lanzador como Nolan Ryan que se bajó del montículo un 22 de septiembre de 1993 para nunca jamás volverlo a ver como un pitcher que hacía cosas que ahora parecen ficticias. Tal vez no es el mejor de todos, pero sí el único en su clase, ese fue Nolan Ryan.


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