Por: Agustín Torres Sotomayor
Si me permiten hablar… era el mes de marzo del 2014. Tony Gamboa llegó a Tesorería Municipal del Ayuntamiento de El Fuerte con el tesorero Jacobo Navarro y de ahí pasó a la oficina de Comunicación Social del donde yo me encontraba.
“Oye wey cuando venía por el pasillo frente a la oficina de la Presidencia, escuché la voz del licenciado Luis Lachica discutiendo en voz alta con el ‘vini’ Galaviz, le insistía ‘machín’ que metiera al plan municipal de desarrollo el boulevard de San Blas y unas obras de pavimento para Charay y Jahuara”, me dijo.
“¿En serio?”, pregunté.
“Si, estaban tramados, porque el ‘vini’ se quiere llevar las obras a otro lado y Luis Lachica le exigió que fuera parejo con todas las sindicaturas, eso escuché”, afirmo Tony Gamboa.
Un rato después llego Juan Carlos Estrella, el ‘tony’ nos pidió que lo acompañáramos al centro porque en la tienda «La Fama» de don Manuel Franco, estaban rematando pares de calzado de números extragrandes que no se vendían y que estaban en bodega.
“Yo calzo del 13”, aseguro el ‘tony’ riéndose y antes de que llegara el albur, Juan Carlos lo atajo respondiéndole, «con razón nos estas invitando a nosotros que somos de la misma rodada igual que tu» y nos reímos los tres por la ocurrencia.
Llegamos a «La Fama» y al ´tony’ se le iban los ojos eligiendo los cuatro pares de zapatos que iba a llevarse.
“Plebes, ustedes también agarren un par, agarra unos Juan Carlos, y tu también Agustín”, nos dijo.
A mí la verdad me gustó unos zapatos que parecían de charol en color café.
“Esos cuestan cien pesos”, señalo la vendedora de piso. Todos estaban muy baratos.
Cuando regresamos a palacio municipal ya casi eran las 2 de la tarde, yo subí a la oficina, Juan Carlos Estrella se fue a su casa y Tony Gamboa se quedó abajo porque estaba el regidor priista Luis Lachica atendiendo a una señora.
Cuando llegó a la oficina el ‘tony’ iba muy sorprendido.
“Wey, me quedé abajo para tratar un asunto con Luis Lachica, delante de mí le dio cinco mil pesos a la señora porque eran para una operación de su hija”, comentó.
“¿Es en serio?”, pregunté.
“Si, yo mismo lo vi nomas que me pidió que no lo anduviera publicando en la revista”, aseguró.
*El destino de los zapatos de charol*
En agosto de ese mismo año andaba en Palacio de Gobierno en Culiacán, traía puestos los zapatos cafés de charol y yo sentía que todo mundo se me quedaba viendo. Y pensar que no se los quería aceptar al ‘tony’. Me sentía el dueño del mundo con los zapatos brillosísimos.
Me había ido a Culiacán de ‘raite’ con el ex diputado local Fernando Zapien y habíamos quedado de vernos al mediodía en el restaurante «Panamá» para el regreso a Los Mochis.
El cielo de la capital del estado estaba ‘encapotado’, las negras nubes presagiaban una tormenta. Salimos en la camionetita blanca doble cabina y se soltó un aguacero.
Ya a la salida por donde el profe Espiricueta tiene una casa de campo, después de pasar la caseta de cobro para agarrar la carretera costera no se podía ver de la torrencial lluvia. En el primer Oxxo que está en el camino me dijo Fernando.
«Tin, ¿nos llevaremos un doce para el camino?”.
“Saleee”, respondí entusiasmado.
“Está bien, bájate a comprarlo”, dijo Zapien.
Tenía que caminar cien metros. El aguacero no importaba, pero los lagos y lagunas donde tuve que meter aquellos hermosos zapatos de charol fueron los culpables de la tragedia.
¿No le habrá dado envidia mis zapatos a Fernando? Pensé yo.
Mientras regresaba a la camioneta con mi valiosísima carga y chapaleaba el agua y el lodo, cuando abrí la puerta de aquellos zapatos de charol solo quedaban dos pedazos de cuero que con el agua se me quedaron pegados a los calcetines.
La suela de los zapatos quedó ‘untada’ como lapa en el lodo. Regresé casi descalzo.
Fernando sonrió cuando agarré los restos de aquellos zapatos que me había regalado el ‘tony’ Gamboa y ‘les di jonda’ con todo y calcetines.
Testigos afirman que Juan Carlos Estrella aún conserva los suyos.
*Post Mortem*
Este día se cumplen seis años de la ausencia de nuestro amigo y compañero Jesús Antonio Gamboa Urías.
Tony Gamboa y yo trabajamos juntos cuando él se inició muy joven en el periodismo en el noticiero radiofónico «Este Dia» de Guadalupe Alvarado.
Fue dirigente del Frente Juvenil Revolucionario del PRI Ahome donde tuvo diferencias de opinión con el presidente Rubén Félix.
En 1995 gracias a la gestión del licenciado Juan S. Millan, dirigente de la Federación de Trabajadores de Sinaloa, los miembros del Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Radio y la Televisión (STIRT), compañeros locutores y periodistas, así como compañeros de organizaciones sindicales hermanas, recibimos la entrega de nuestra casa en la tercera etapa del Infonavit Mochicahui, en Los Mochis, Sinaloa.
Fueron y son mis vecinos ‘tony’ Gamboa (qepd), Carlos Cota, Jorge y Alfredo Islas, Simón Gámez Jr., Alba Castro, Oscar Juárez, Panchito (qepd), Oscar Valenzuela, Efrén García, Julio Bernardo (qepd) entre otros.
Gracias a Juan S. Millán Lizárraga se abatió el déficit histórico que había de vivienda en el gremio de los locutores y periodistas, hoy hace 25 años una de esas viviendas fue para ‘tony’ Gamboa que estaba recién casado.
‘Tony’ Gamboa después inicio su propia revista.
A seis años de su partida lo recordamos con mucho cariño y afecto.
¡Descanse en Paz!
