Crónicas de un periodista… “Axel, el futbolista de Estación Hoyanco que no logró llegar a las Chivas Rayadas de Guadalajara”

Compartenos

Por: Agustín Torres Sotomayor

Si me permiten hablar, en un evento histórico, el futbolista Omar Bravo Tordecillas llenó el Palacio Municipal de El Fuerte con más de tres mil niñas, niños y adolescentes

“Presidente, ¿qué te parece si le organizo un homenaje a Omar Bravo aquí en El Fuerte antes de que se vaya a jugar a España?”, quien para esas fechas acababa de firmar para el Club Deportivo La Coruña del futbol ibérico, allá donde había triunfado Hugo Sánchez Márquez. 

“Usted es deportista, jugo en la liga de beisbol ‘Clemente Grijalba’, mandaríamos una buena señal a la ciudadanía”, afirmé.

Así se lo propuse al entonces alcalde de El Fuerte, Víctor Sarmiento un martes 20 de mayo del 2008.

“Muy bien, adelante licenciado”, me respondió Víctor. 

Yo no conocía personalmente a Omar quien unos días previos se había despedido de sus compañeros del “rebaño sagrado” para reportarse al Deportivo La Coruña en España, pero si conocía a su padre, el profesor Daniel Bravo Jiménez quien era un amigo muy querido.

En 1987 cuando fui director de Acción Social Municipal, el profe había sido nombrado inspector escolar en el municipio de El Fuerte, fuimos excelentes amigos, trabajamos tres años juntos, varias veces llevó a sus hijos al recorrido por las escuelas, entonces Omar era un niño de 7 años.

Hablé por teléfono con él, me respondió que la posibilidad del homenaje lo consultaría con Omar, quien aún estaba en Guadalajara finiquitando su relación laboral con Jorge Vergara, dueño del club leyenda del futbol mexicano, las Chivas Rayadas de Guadalajara.

Acordamos que el presidente municipal haría entrega del reconocimiento en el Salón de Cabildo; posteriormente daría una clínica a los niños y después iríamos a comer.

“Perfecto, tu organízalo Agustín”, me dijo. Acordamos que el homenaje de despedida sería el sábado 31 de mayo de 2008.

Ese día, el sol iluminaba totalmente la explanada interior de palacio municipal, cuando Omar Bravo entro al histórico edificio junto con su hermana Daniela, admiraban las arcadas centenarias y los pilastros llenos de historia.

“Qué bonito palacio pariente, yo venía con mi apa cuando estaba muy plebito, ¿se acuerda?”, me dijo muy sonriente.

“Claro que me acuerdo”, afirmé mientras subíamos la escalinata principal, habría unos 50 niñas, niños y adolescentes que iban a estar presentes en la clínica de futbol, además de la gente que diariamente acude a realizar algún tramite.

Entramos a la oficina de la Presidencia Municipal donde el alcalde Víctor Sarmiento recibió formalmente a Omar Bravo, delantero oficial ya del Deportivo La Coruña, a su hermana Daniela y a mi gran amigo el profesor Daniel Bravo. Junto al alcalde estaban su asistente Rubén López; el secretario del ayuntamiento, Joel Vega; y el tesorero municipal, Fermín Barreras.

En menos de media hora en Palacio Municipal ya se habían reunido más de tres mil niñas, niños, adolescentes y jóvenes que querían una foto, un autógrafo o un saludo del goleador histórico de las chivas de Guadalajara que con sus 132 goles había dejado atrás el legado del ícono del club, Salvador ‘chava’ Reyes.

Era imposible caminar por los pasillos de la planta alta de palacio, los niños se apretujaban, en la recepción donde hoy despacha la maestra Elba Encinas, no cabía ni un alfiler.

Fue en una de las veces que salí de Presidencia Municipal cuando Javier Ayala me pidió que le echara la mano a un muchacho de la Estación Hoyanco.

“Recomiéndalo con Omar Bravo es tu amigo” me dijo, ayuda a este muchacho es un gran futbolista tiene futuro.

“Sale trae al muchacho” pedí, detrás de Javier estaba Axel, un joven del Cobaes que era una ‘chucha cuerera’ para el futbol, como lo fue ‘el menudo’ en sus tiempos de gloria.

Pasé a Axel a la oficina del alcalde y se lo presenté a Omar Bravo.

“Es un excelente jugador Omar, échame la mano, ayúdalo, es de El Fuerte”, le solicité.

Omar cruzó algunas palabras con Axel, sacó una tarjeta, escribió un mensaje y le dijo:

“Vete a Guadalajara, busca a Efraín Flores, director técnico del primer equipo de Chivas y dile que vas de parte mía, entrégale la tarjeta y haz de cuenta que ya estas dentro de fuerzas básicas”.

“Muchas gracias”, expresó el espigado muchacho.

“Bravo Omar”, en verdad muchas gracias le dije.

“Nada de eso, hay que empujar a los plebes que tienen facultades”, me respondió sonriente.

Salimos de la oficina de presidencia municipal yo no sé cómo, miles de personas detenían a Omar, lo abrazaban, le pedían autógrafos, el trayecto normal para bajar que es de 5 minutos, en esa ocasión fue casi de una hora, no se podía ni caminar ni respirar de lo apretados que estábamos todos.

La comida se sirvió en el restaurante «Paseo de las aves» junto al rio “Fuerte”, las mesas estaban instaladas debajo de una frondosa alameda, la asistencia fue solo de 10 personas, no hubo más invitados.

“A mí me trae 4 tostadas de ceviche de mojarra, una orden de callos de lobina, una lobina a la diabla, chicharrones de lobina y camarones ahogados”, eso y nada más eso pidió de comer Omar Bravo.

“Mijito, comete algo”, dije de carrilla y él me respondió, “no crea pariente, es que en el equipo nos dan puro pollo de comer”.

Mientras servían la comida me habló Javier Ayala, “estoy muy apenado contigo, este muchacho no me dijo que tiene una lesión en la rodilla y por eso no va a poder ir a Guadalajara a realizar la visoria”

“Que lastima Javier, si él nos hubiera dicho eso hubiéramos enviado a otro muchacho, pero pues ni modo, por algo pasan las cosas”, expresé.

Dicen que Axel lloró de impotencia, tuvo en sus manos la oportunidad de formar parte de fuerzas básicas de Chivas Rayadas de Guadalajara y por una lesión en su rodilla perdió el sueño de su vida.

Mi recuerdo lleno de afecto para mi amigo el profesor Daniel Bravo quien está en el cielo llenando de bendiciones a su esposa Lidia y a sus hijos. ¡Saludos Omar!


Compartenos