Crónicas de un periodista… El convenio que me levantó de una cama mortuoria.

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Por: Agustín Torres Sotomayor

Si me permiten hablar… fue el año 2001 en Guasave. El Gobernador Juan S. Millán impulsaba al sector agrícola. Decenas de canales de riego fueron encementados para el ahorro del agua de riego y tuvo una gira por Guasave para inaugurar uno de ellos. 

Mientras seguíamos al mejor gobernador que ha tenido Sinaloa, nos emparejamos el Secretario de Desarrollo Social, Jesús Aguilar Padilla y yo. 

Me preguntó, “¿pediste permiso en la radio?”, “Renuncié”, le respondí. “Yo sigo con permiso”, me dijo. Si me lo preguntó fue porque me conocía.

En mayo del 2004 Aguilar Padilla estuvo en El Fuerte promocionándose como aspirante a la candidatura del Gobierno del Estado con la campaña del ‘firmón’.

En el Club de Leones del Pueblo Mágico le dije que quería estar en su campaña.  Como cetemista lo anhelaba. 

Aguilar Padilla se sonrió, “está bien” me respondió. Si quiere me pongo de acuerdo con German León.

German del barrio «El Chaleco» de Guasave me conocía. Era uno de sus asesores en el Congreso. “Está bien vete con él”, me respondió.

Al siguiente fin de semana fui a Guasave a buscar a German y al igual que Aguilar solo me dio esperanzas. Jamás le volví a ver. Me ignoró.

A los meses caí enfermo de cáncer de estómago, me fui a Mazatlán donde después de tres meses de estudios médicos la ciencia médica me desahucio.

Solo esperaba la muerte.

Hablé a la licenciada Rosy Lizárraga para que pagara mi funeral.

Con la piel pegada a los huesos porque mi estomago solo aceptaba como alimento atole pinole de maíz y hielo que me calmara la lumbre que sentía en el estómago, pedí a Dios Nuestro Señor que me levantara de la cama de hospital para trabajar en la campaña del cetemista Jesús Aguilar Padilla.

«Solo quiero verlo tomar protesta como Gobernador» pedí a Dios.

«Después de eso me recoges», le insistía.

Dios me concedió el milagro. 

A media campaña me pude levantar. Dios puso los medios.

Rafael Oceguera Ramos dejo de ser el Coordinador de campaña y su lugar lo ocupó mi amigo Abraham Velázquez Iribe quien me buscó. Fue Dios.

Sali casi de la tumba para encargarme del monitoreo de medios desde Salvador Alvarado hasta Choix.  El candidato Aguilar jamás lo supo. 

Tal vez por eso no pude colocarme en su gobierno. 

Fue gracias a mi amigo Joel Hernández que pude sobrevivir.

Aguilar Padilla gano la Gobernatura.

Por instrucción del presidente del PRI estatal Cenobio Ruiz, en dos ocasiones hice guardia de cuatro horas para hablar con él ante su secretaria particular. Jamás me recibió.

La soberbia es un pecado que tarde o temprano se paga.

German León se perdió, no logró sobrevivir a la política.

En verdad les digo.

Sigo siendo un sobreviviente. Aquí estoy, aquí sigo por obra y gracia de Dios.

En verdad les digo, “no humillen con expulsión a la gente, no los engañen, si el PRI es excluyente va a perder, que no les gane el egoísmo, son otros tiempos”. 

A los políticos que ustedes dicen que ‘no llenan ni un bocho’, los que van en el bocho pueden ser la diferencia entre el triunfo o la derrota porque se gana o se pierde con un solo voto. No desprecien a nadie.

No esperen respuestas porque todo se paga en esta vida.

Gocen los lujos, pero en verdad les digo, si actúan contra sus semejantes tarde o temprano lo habrán de pagar. Dios es justo.


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