Crónicas de un periodista… El fantasma del estadio “Emilio Ibarra Almada”

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Por: Agustín Torres Sotomayor

Si me permiten hablar… era un miércoles 25 de octubre de 2005 cuando se iba a inaugurar la temporada de la Liga Mexicana del Pacifico a la que se le impuso en nombre de la empresa «COMEX» en el estadio que lleva el nombre del fuertense «Emilio Ibarra Almada».

Admito que jamás había ido a una inauguración de la temporada de beisbol, pero me convenció mi compadre Gilberto Vizcarra del ejido Dos de Abril.

En cuanto entré al estadio vi a los aficionados más leales de los Cañeros, entre el público estaba el licenciado Luis Lachica que madrugó desde San Blas hasta Los Mochis, Vicky Vega y Carlos Márquez Ochoa ‘el charly’ entre otros.

No era una noche cualquiera. Era el inicio de la temporada 2005-2006 y mi presidente de El Fuerte Eduardo ‘lalo’ Astorga estuvo en la inauguración. Tiro la primera bola

Esa noche, los Algodoneros de Guasave humillaron a Cañeros de Los Mochis. 

Yo aplaudía y en el dugout de Cañeros miré a Carlos ‘carlitos’ Lugo Moreno. Era bat boy.

En la séptima entrada coincidimos.

Fuimos al baño. Nos saludamos. Aquí ando me dijo. Échale ganas le respondí.

Había algo de neblina que lo perseguía a él. Yo pude verla porque, aunque no lo crean desde los 7 años Dios medio la capacidad de verlos.

Pero prosigamos. Terminó el juego. Yo estaba triste. Perdió Mochis con Guasave. Lo raro fue que el banco de neblina después de la octava entrada cubrió el campo de juego.

Yo había sido cronista de campo en ese mismo estadio. “¿Qué pasa?”, me pregunte. No es octubre neblinero. Algo raro flotaba en el ambiente. 

Cuando terminó el juego el estadio quedo solo. No había ni un alma alrededor de la una de la mañana del jueves 26 de ese octubre del 2005.

Serían las 2 de la madrugada. ‘carlitos’ Lugo, el bat boy de Cañeros de los Mochis tenía que limpiar los spikes y uniformes del equipo.

El estadio «Emilio Ibarra” se había quedado abandonado.

Solo estaban los dos bat boys los dos se llamaban Carlos. Mientras uno de ellos recorría las instalaciones del «Emilio Ibarra» el otro aseaba el calzado deportivo y la ropa, a esa hora ‘carlitos’ Lugo escuchó unos pasos.

Era una señora como de 70 años me contó después.

Ella llego vio los ramos de flores que durante la inauguración del inicio de la temporada portaban las madrinas de los equipos, la señora en tono humilde le dijo:

«Oiga ¿va a ocupar estos arreglos florales?”.

Carlitos Lugo ocupado como estaba lavando la ropa le respondió: «No para nada».

“¿Me los regala?”, cuestionó.

“Por mi lléveselos”, respondió Carlitos mientras continuaba con su labor de limpieza.

La señora con toda la calma del mundo tomo los dos ramos y se fue. 

Casi terminaba Carlitos Lugo sus labores cuando llego Carlos, el otro bat boy.

“Ya mero te la avientas”, le expresó.

“Oye una señora me pidió los arreglos florales, se los di. ¿No ira a haber broncas?”, expresó Lugo Moreno.

“¿una señora? Como si en el estadio no estamos más que tú y yo”, respondió el otro bat boy.

Entonces los dos salieron del estadio, gracias a la luz de la luna vieron a lo lejos a la mujer.

La siguieron y cuando estaban frente a la planta de agua potable del cerro de “La Memoria” se les desapareció. Cuando llegaron a la tumba de Aurelio Rodríguez los dos arreglos florales estaban sobre ella.

“¿No es posible como desapareció?”, decía Carlos Lugo descontrolado, asustado.

Carlos Lugo Moreno, ex bat boy de los Cañeros de Los Mochis ya murió. El 13 de enero del 2018.

Desde octubre del 2005, cada vez que Cañeros de Los Mochis inauguran la temporada de beisbol, una misteriosa mujer se materializa, se vuelve físicamente humana para llevar los arreglos florales a la tumba de Aurelio Rodríguez, quien esta sepultado en el Panteón Municipal, junto a la barda del jardín derecho de ese coloso.

Este pasado martes 11 de octubre del 2020 por la pandemia no hubo arreglos florales en la inauguración de la temporada de beisbol 2020-2021 pero el fantasma que cuida el estadio de beisbol si llevó flores a la tumba de Aurelio Rodríguez Ituarte.

Porque buscar a Aurelio en el mundo de los muertos cuando está vivo entre nosotros, pero en otra dimensión.


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