Crónicas de un periodista… “El malecón andador y la fortaleza de El Fuerte del marqués de Montesclaros”.

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Por: Agustín Torres Sotomayor

Si me permiten hablar… indudablemente cada presidente municipal ha puesto su huella en lo que hoy es El Fuerte, “Pueblo Mágico».

En 1996, siendo presidente municipal el ingeniero Julián Vega Ruiz tuvo la iniciativa de iniciar la construcción de un malecón en la rivera del rio “Fuerte”.

Jamás llegaron los recursos para tan magnífica obra, pero el alcalde metió maquinaria del Ayuntamiento desde la casona del exalcalde Gonzalo Acuña hasta la bajada del Colegio “Unión” en el barrio de «La Tenería» y abrió la brecha.

Así fue como se inició la construcción del malecón andador, con recursos municipales y la voluntad de un alcalde que le apostó al turismo.

Pasaron diez años, hasta que llego la administración de Eduardo ‘lalo’ Astorga (qepd) gracias al programa 4×4 que con el apoyo de Francisco ‘pancho’ Ochoa, dueño de la cadena de restaurantes «El Pollo Loco», de su hermana Armida Ochoa y de Héctor Heras, un fuertense ilustre, todos ellos invirtieron su dinero por amor a El Fuerte y el Ayuntamiento multiplicó la inversión, así fue como continuó la construcción del malecón andador. 

El malecón sobre la rivera del río «Fuerte».

En el 2018 la alcaldesa Nubia Ramos logró que se destinaran recursos estatales y federales para concluir el malecón andador tal y como lo conocemos ahora.

El Museo “Mirador” fue una de las muchas obras que Juan S. Millán como Gobernador de Sinaloa dejó para El Fuerte. No fue la única obra. 

Bajo la administración del alcalde Humberto Galaviz, Millán Lizárraga fue demasiado bondadoso con el municipio de El Fuerte, en esa época construyó la carretera a cuatro carriles Los Mochis-San Blas; la Universidad Autónoma Indígena de México (UAIM); el Museo “Mirador” y otras obras trascendentales.

En honor a la verdad, ningún gobernador invirtió tanto al municipio de El Fuerte como Juan S. Millán.

*La historia de El Fuerte*

A finales del siglo XVI el Capitán Diego Martínez de Hurdaide se trasladó en un carruaje asegurado con soldados españoles, por segunda vez hasta la ciudad de México y le propuso al Virrey de la Nueva España, don Juan de Mendoza y Luna, Marques de Montesclaros, la construcción de una fortificación para proteger a las familias de españoles de los ataques de los Zuaques y Teguecos.

El Virrey ordenó la construcción, pero pasaron nueve años para que pudiera realizarse. El sacerdote fray Andrés Pérez de Rivas así lo consigna.

«Diego Martínez de Hurdaide fue como Capitán y Consigna Mayor del Presidio de la provincia de la Nueva Vizcaya».

Fue hasta1609 cuando fue don Luis de Velasco, Marques de Salinas y Virrey de la Nueva España, quien inicio la construcción de la fortificación que, por respeto a Don Juan de Mendoza y Luna, Marques de Montesclaros, se le llamó a la antigua villa «del Espíritu Santo», después, “San Juan Bautista de Carapoa» como El Fuerte de Montesclaros en honor al Virrey.

Así lo relata Fray Andrés Pérez de Rivas:

 «La fortificación será para los cuatro padres sacerdotes y un hermano lego que se pide para la conversión de los indios de Cinaro. La fortificación se compondrá de cinco celdas, cocina, refritorio, despensa, caballerizas secretas, corral para tener algunas gallinas, otra cerca para algunas cabras, cuatro aposentos en lo alto de las casas para vivir el tiempo de calores que son insoportables, son diecisiete piezas”.

El relato continúa:

“Los aposentos se han de hacer en treinta pies de largo y catorce de largo por ser las maderas cortas, la iglesia con su sacristía, a 16 soldados se les ha de dar a cada uno un aposento de treinta pies de largo y ancho de trece, una sala, cocina y corral para tener algunas gallinas, son sesenta y cuatro piezas las que se han de hacer para su vivienda en El Fuerte”.

El Fuerte que se construyó de ladrillos de terrado se hicieron además 50 habitaciones en el cerro donde hoy se ubica el Museo “Mirador”. 

Había seis torres para atisbar a los indios. Un castillo español en Sinaloa en el año de gracia de 1610. El portón de madera era infranqueable.

A 465 años de su fundación debemos agradecer al Capitán español Francisco de Ibarra, nativo de Éibar, provincia de Guipuzcoa, España, la fundación de nuestra ciudad, pero hacer un homenaje al Capitán Diego Martínez de Hurdaide, un criollo nativo de Zacatecas, hijo de español y mestiza que haya pacificado esta región de Dios Nuestro Señor y haya construido a El Fuerte de Montesclaros.

El Capitán Diego Martínez de Hurdaide se casó con una criolla hija de español en la Villa de San Phelipe y San Santiago (hoy Sinaloa de Leyva) donde murió y donde descansan sus restos humanos.


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