Crónicas de un periodista… Leoncio ‘el pajarito’ Sandoval, la cultura del esfuerzo.

Compartenos

Por: Agustín Torres Sotomayor

Leoncio Sandoval Valverde nació en Guasave el lunes 18 de julio de 1940.

Ante don Emilio Cota ‘milin’, el entonces Oficial del Registro Civil, acudieron la joven señora Rosario Valverde Chávez y el joven Leoncio Sandoval para registrar aquel niño que apenas alcanzó los tres kilos de peso al nacer.

La joven Rosario Valverde, originaria de la sierra de Guadalupe y Calvo en el vecino estado de Chihuahua, se vino a residir en Guasave luego que falleció su abuela y fue en ahí donde conoció a Leoncio Sandoval, ambos iniciaron un noviazgo que los llevó al altar.

De esa unión nacieron seis hijos, de los cuales tres fueron mujeres: Lilia, María Luisa y Elda. Dos fueron varones: Arturo y Aarón, ‘y también nací yo’, nos cuenta riéndose nuestro compañero periodista Leoncio Sandoval Valverde, quien nos ha inspirado esta crónica.

‘Cuando mi mama estaba embarazada de mí, ella decía que iba a tener una mujercita mientras que mi papa afirmaba que iba a ser un varón hasta que nací yo’, comento entre risas.

En el año de 1955 fallece el patriarca de la familia Sandoval Valverde. El pequeño Leoncio apenas tenía seis años y por la precaria circunstancia familiar no había más opción que ponerse a trabajar, razón por la que no ingresó a estudiar la escuela primaria. El pequeño huérfano de padre se dedicó a ‘dar bola’ y hacer mandados.

Era muy común ver al chiquillo en casa de don Miguel Leyson Pérez y doña María de los Ángeles Castro de Leyson, donde vendían leche y las asaderas recién hechas de ‘doña gorda’ competían con las que traían a vender de Mojolo o San Pedro, Guasave.

‘Ve con Lilia a comprarme huevos, ve a la tienda de doña Gila y tráeme tomates, cilantro y perejil para hacer una salsa’, le indicaba doña María de los Ángeles mientras le daba unas ‘cacharpas’ plateadas de un peso con la figura de don José María Morelos. Era una fortuna para el pequeño.

Cuando Leoncio no se reportaba con los Leyson, se iba a casa de los Burgos Pinto donde don Rogelio Burgos y doña Alicia Pinto después de hacer los mandados lo invitaban a desayunar. Juan, Jesús y Silveria Burgos Pinto muy pronto le tomaron cariño al niño.

Así estuvo Leoncio Sandoval como reza la estrofa de la canción ‘Sin Fortuna’.

‘Yo no fui a la escuela yo aprendí de grande’.

En 1959 Leoncio cumple diez años y empieza a extender el territorio recorrido y suma más clientes. Llega cargando su cajón de ‘dar bola’ a la radiodifusora XEGS que estaba ubicada por la avenida Ignacio Zaragoza en la planta alta del edificio de la tienda ‘Ofertas del Pacifico’. 

Leoncio empieza a descubrir el maravilloso mundo de la radio. Apenas alcanzaba a asomarse por los gruesos cristales de la cabina donde estaba al micrófono mi compañero locutor José Trinidad ‘el mago’ Obeso, hermano de un sinaloense ilustre, don Cipriano Obeso Camargo.

‘¡Que cadenas tan grandes!, ¿para qué amarran ese pedazo de fierro?’, pensó Leoncio cuando vio el viejo micrófono RCA Víctor colgado del techo sostenido por los eslabones de una cadena de plástico.

En cuanto lo vio, ‘el Mago’ Obeso salió de la cabina y mando al chiquillo a comprar una botellita de alcohol en la farmacia de enfrente, que estaba a un costado de la librería ‘Excelsior’.

Entre canción y canción, ‘el mago’ limpiaba con un pedazo de tela aquellos cartuchos que contenían la publicidad que salía al aire durante las trasmisiones.

En 1959 la planta de locutores de la XEGS de Guasave estaba formada por Luis Aguilar, Juan Contreras, quien era el dirigente sindical del STIRTT; Alberto Delgadillo, un locutor que trabajo solo una temporada en Guasave; Marco Antonio Berrelleza de La Vainilla municipio de Sinaloa primo-hermano de ‘Los Cervantes de Sinaloa de Leyva’, actualmente es columnista del periódico ‘El Debate’.

Rubén Morineau que era originario de Jalisco y se había casado con una hija de ‘la Pascuala’, la señora que preparaba junto con ‘la gino’ los menudos más ricos del Guasave viejo.

También trabajaba Alfredo ‘el fello’ Contreras que se había casado con Olivia Ruiz, hija del inolvidable periodista don Romualdo Ruiz Payan, quien fue muy amigo de mi padre Simón Torres y al mismo tiempo fue testigo del registro de mi nacimiento.

Completaban el cuerpo de locutores don Rodolfo del Campo y Oscar ‘el burro’ Corrales.

Al frente del noticiero estaba José Ángel Gómez Mora y el programa especial de crónica social lo conducía Marco Polo.

Tanto Rubén Morineau,  Rodolfo del Campo y Oscar, vivían muy cerca de la casa de la cantante más famosa que ha tenido Guasave, Chayito Valdez. Fueron sus vecinos.

Los padres del locutor Oscar ‘el burro’ Corrales, habían bajado de la sierra e instalaron un molino de nixtamal donde hacían las tortillas más ricas, pero lo mejor era ir al negocio de la familia Corrales para ver a las hermanas de Oscar, eran las muchachas más bellas de la región: Lilia, se casó con el doctor Gustavo Cortez; otra de ellas se casó con el pitcher ligamayorista Aurelio López, ‘el tigre de Tecamachalco’ quien era el ídolo de los Tigres de Detroit; la más pequeña se encargaba del molino de nixtamal.

Pronto se hizo común ver diariamente al pequeño Leoncio Sandoval en las instalaciones de la radiodifusora XEGS hasta que una mañana don Roque Chávez Castro, director general de la ‘GS’ que lo veía muy a menudo se acercó con él.

Generoso como siempre fue, don Roque le preguntó al niño a qué hora iba a la escuela y Leoncio tuvo que contarle que no podía ir a la escuela porque tenía que trabajar para sacar adelante a su mama y a sus hermanos.

Don Roque Chávez le pidió al niño que lo acompañara a su automóvil.

“Llévame a tu casa”, le pidió. Cuando llegaron, don Roque Chávez le propuso a la señora ‘chayito’ Valverde hacerse cargo del niño como tutor. 

“Este niño no puede andar por la vida sin dirección, necesita estudiar, si usted me lo permite yo me haré cargo de sus estudios”.

Asi fue como llego el niño Leoncio Sandoval al colegio ‘Hernando de Villafañe’ de Guasave, acompañando a Roque de Jesús Chávez López, ambos entraron a la escuela primaria.

Leoncio Sandoval, segundo de derecha a izquierda, acompañado de ilustres amigos.

Leoncio no se arredraba ante las circunstancias. Había entrado cuatro años más tarde a la primaria, pero saco buenas notas. Cursó la secundaria en la Escuela Secundaria Federal Insurgentes (ESFI) y estudió bachillerato en la preparatoria ‘por cooperación’ que el mismo Roque Chávez Castro había impulsado, la formación de esa institución educativa como parte del patronato que presidía don Martín Gasca, esta escuela posteriormente fue incorporada a la Universidad Autónoma de Sinaloa.

“Tu dime qué carrera profesional quieres estudiar”, le dijo don Roque Chávez quien de tutor prácticamente se convirtió en un padre para Leoncio que mientras ingresaba a la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Sinaloa, Roque de Jesús parte a Nueva York en los Estados Unidos a realizar sus estudios de Licenciado en Ciencias y Técnicas de la Información y Medios Electrónicos en la ‘New York University’.

Los Leyson y los Burgos los padrinos.

Ya titulado como abogado, Leoncio Sandoval Valverde es invitado por Juan Antonio Guerrero Quintero para que asuma la Secretaría Particular del Ayuntamiento de Sinaloa en el periodo 1981-1983. El alcalde sinaloíta fue el que le dio la suerte pues en junio de 1981 Leoncio conoce a la joven Raquel del Rosario Beltrán López, prima de la ‘Señorita México’, Libia Zulema López Montemayor.

Leoncio se enamoró perdidamente al grado que el sábado 18 de diciembre contrae matrimonio en la iglesia de San Felipe y San Santiago del Pueblo Señorial. 

Sus padrinos de bodas fueron dos de los más reconocidos políticos de Guasave, José Luis Leyson Castro y su madre doña María de los Ángeles Castro de Leyson. También lo apadrinó Juan Burgos Pinto y su hermana Silveria Burgos. Con ambos padrinos, la boda convirtió a Sinaloa de Leyva en el ombligo político del norte de Sinaloa.

De la unión matrimonial de Leoncio y Raquel nacieron sus hijos Esau Alberto y Rosa Paola Sandoval López.

Funcionario público ejemplar.

Al término de la administración de Juan Antonio Guerrero Quintero, Leoncio fue ratificado por el alcalde entrante Eduardo Solorio Gámez para el periodo 1984-1986. 

También fue durante nueve años director de Comunicación Social del Ayuntamiento de Sinaloa en las administraciones municipales del ingeniero Jesús Higuera Laura ‘el piquichin’ en el periodo (1993-1995); repitió con Luis Alejandro Canobbio en el periodo 1996-1998; y continuo con el alcalde Gaspar Figueroa en la administración 1999-2001.

Fue su padrino de bodas, Juan Burgos Pinto, quien lo recomienda para entrar al Consejo Nacional de Fomento a la Educación (CONAFE) donde cumplió 30 años de servicio ininterrumpido.

El año 2006, el joven empresario Roque de Jesús Chávez López, asumió la presidencia de la Cámara Nacional de la Industria de la Radio y la Televisión (CNIRT), promovió un Taller de Periodismo que tomó Leoncio Sandoval como extensión profesional como comunicador.

Corresponsal del noticiero ‘Altavoz’ de Carlos Cota.

Leoncio fue corresponsal durante varios años de los noticieros ‘Altavoz’ y ‘Guardianes de la Noche’ que conducía mi amigo y compañero periodista Carlos Cota Soto.

Los miles de radioescuchas esperaban la participación de Leoncio no por la información que iba a proporcionar en el noticiero sino por los chistes que contaba al terminar su reporte diario. No solo Carlos Cota sino los radioescuchas se destornillaban de la risa.

Negros nubarrones.

El año 2013 a Leoncio Sandoval le fue detectada una bacteria que amenazaba con provocarle Cáncer de Estómago.

Con los estudios médicos en la mano lo llevaron a El Realito municipio de El Fuerte al consultorio del famoso médico militar herbolario don Jesús Díaz ‘don chuy’.

La fama que tuvo ‘don Chuy’ llego a oídos del cantante Joan Sebastián (José Manuel Figueroa), que había sido diagnosticado con cáncer de huesos y al que le daban de vida solo un año.

En 1999, Joan Sebastián llego en helicóptero a El Realito para consultarse, el médico militar lo enterró en la arena del arroyo de Tetaroba ante la mirada incrédula de su hermano Federico Figueroa y del piloto de la aeronave. Solo quedó fuera su cabeza. Gracias a don Chuy, el cantautor de Juliantla pudo alargar su vida.

A Leoncio lo atendieron los hijos de don ‘Chuy’, Jesús, Hilda y Aquileo Díaz, a quienes heredó a su muerte los secretos de la herbolaria, gracias a ellos Leoncio aun esta entre nosotros recuperado de esa terrible amenaza a su salud.

Este domingo 18 de julio, mi amigo Leoncio cumplió un año más de vida, felicidades amigo, muchos años más en compañía de tu familia.

Agradecimiento.

Quiero agradecer la solidaridad y sus oraciones por la partida de mi tío Juan Antonio Sotomayor Sierra. Tenía ya las dos vacunas contra Covid 19. Lamentablemente se contagió con la cepa conocida como ‘Delta’. No pudieron recibirlo en la clínica del ISSSTE de Mazatlán, porque el hospital estaba saturado de enfermos, ya no tenían camas disponibles. Mi tío ya descansa en la casa de mi padre.

Aunque no pude despedirme de él por última vez porque estoy confinado, desde el fondo de mi corazón agradezco su apoyo.

Desde aquí mando un abrazo a mis primos y primas, la familia Sotomayor Betancourt y a ustedes pido que sigamos cuidándonos. Esta nueva cepa de Covid-19 está dañando a niños y adolescentes, aquí en El Fuerte ya lamentamos la perdida de una criatura de diez años. Cuídense y cuiden a sus hijos por favor.

¡Dios Provee!


Compartenos