Por: Agustín Torres Sotomayor
Si me permiten hablar… en estos retazos de mi vida hago un reconocimiento a Víctor Hugo Ceja, el sonorense más sinaloense de Los Mochis.
La banda sinaloense no nació con Cruz Lizárraga. Cuando don Cruz Lizárraga nació en El Recodo, Mazatlán Sinaloa, un lunes primero de julio de 1918 ya existía la música de viento, ya existía la banda sinaloense.
La llegada de los primeros músicos se remonta a principios del siglo XIX, llegaron desde Francia en embarcaciones al puerto de Mazatlán, algunos de ellos se trasladaron a Mocorito y El Fuerte, en esa época la actividad más importante era la minería.
El primer estudio de grabación de discos de acetato en Sinaloa fue el de don Vicente Laveaga en Mazatlán quien al mismo tiempo fundo la compañía Discos Tambora a finales de la década de los 60’s. Teniendo a «Los Noreños», que interpretaban música ranchera sinaloense oriundos del pueblo de La Noria y a Los Cervantes de Sinaloa de Leyva de mi tocayo Agustín Cervantes de La Vainilla, Sinaloa Municipio entre su repertorio.
En la década de los 70’s, el locutor choicense Simón Gámez, grabo a Chayito Valdez en el estudio de grabación de la radiodifusora XETNT Radio 65 de don Roque Chávez Castro en Los Mochis y con el éxito de la guasavense, Simón formó la empresa Discos SIGA.
Casi veinte años después, en la década de los 80’s, Víctor Hugo Ceja, un muchacho de Ciudad Obregón, Sonora, abrió una empresa que rentaba y vendía en Los Mochis, equipo musical y logró a principios de los noventas, un sueño que nació en Huatabampo en el año de 1977. Tener un estudio de grabación y una compañía de discos.
En 1992 yo escribía para el periódico «La Opinión» de Los Mochis donde tenía como compañeros a Rafael Inés periodista de El Debate y a Ofelia Félix de Línea Directa entre algunos.
Jorge Golarte era el empresario. Me busco en Promomedios Mochis, me invitó a formar parte de su empresa y acepté.
Decían que el periódico era para respaldar el proyecto a la gobernatura del ingeniero Renato Vega Alvarado, jamás lo comprobé.
Un día estaba esperando información, ya había formado una página del periódico, me faltaba la otra para cumplir mi trabajo. Estaba fumándome un cigarro por la avenida Leyva afuera de las instalaciones cuando llego un lujoso automóvil y se estacionó. Se bajo Víctor Hugo Ceja que venía con su pequeño hijo varón de apenas dos años. (Le gano el jalón Chanel, la socoyota).
Después de platicar por quince minutos me dijo que siempre había soñado con tener una compañía de discos y me propuso que yo la dirigiera como gerente.
Yo respondí, “Víctor yo sé cómo se hace un éxito en la radio, pero no sé cómo funciona una compañía de discos”. Y fiel a mi costumbre de decir siempre la verdad le dije, “yo no podría ayudarte, pero te recomiendo a José Víctor Humaran”.
‘Pepe’ Humaran había trabajado como promotor en Discos Melody con don Nacho y Nora Morales y en Fonovisa (compañía de Televisa). Como se había casado con Norma Chairez de la colonia Texas de Los Mochis que era la programadora de Radio Ambiente (de la familia Pérez Muñoz) se quedó para siempre en Los Mochis.
“Él es el que te conviene”, expresé.
Víctor Hugo me respondió, “no te vine a pedir recomendaciones. Quiero que tu seas el que se encargue de la compañía VHC”.
“Víctor Hugo, ya te dije, yo conozco el ambiente musical, conozco la radio, pero no una compañía de discos, yo no sé”, se lo dije, le advertí.
Y el me respondió frente a su hijo, “yo tampoco sé cómo ser empresario discográfico, vamos a aprender juntos”.
Ante esa respuesta ya no pude negarme.
Renuncié al periódico «La Opinión» y recomendé a mi compañero locutor Jesús Humberto Armenta Miranda ‘el chubeto’ que a mucho orgullo es de El Fuerte.
Ya instalado como flamante gerente de Discos VHC recorrí la costa del pacifico desde Guadalajara hasta Tijuana para presentar a mis compañeros locutores de Jalisco, Colima, Nayarit, Durango, Chihuahua, Sinaloa, Sonora y las dos Baja California la naciente compañía.
El primer grupo que grabo VHC fue a «La Inversión» de El Fuerte con la canción «Cien años de tristeza». Junto con ellos relanzamos a «Angélica y su grupo» con la canción «Despedida bailando».
«La Inversión” fue un éxito total en Aguascalientes, Zacatecas, Querétaro, Morelos, Jalisco, Colima, Nayarit, Oaxaca, Estado de México, en todo el centro y sur del país, pero para sorpresa nuestra la canción «El amor no se vende» interpretada por “Angélica y su grupo” de Guasave, también se convirtió en un exitazo de audiencia y de ventas.
Eso pasó en la década de los 90’s cuando fui el primer gerente de Discos VHC de Los Mochis.
Sinaloa con el talento que tiene puso la muestra. Yo estuve casi un año como gerente de esa compañía y aunque hace mucho tiempo que no veo a Víctor Hugo, lo aprecio como el primer día que en 1982 le renté equipo para la primera gira de «Los Dobles de Menudo». Ahí nació una gran amistad.
