Por: Agustín Torres Sotomayor
Si me permiten hablar… el jueves 19 de junio de 1986, en una sencilla, pero muy significativa sesión sindical, el entonces secretario general de la Sección 84 del sindicato de filarmónicos Manuel Sauceda Valenzuela entregaba la dirigencia a Juan Osorio.
Además de ser segunda voz y bajista del grupo «La Inversion» de El Fuerte, Manuel también tenía la cartera de secretario general del comité municipal del PRI, pero apresuró el cambio porque había sido notificado que sería ungido como candidato del PRI a la Presidencia Municipal de El Fuerte llevando como compañero de fórmula a don Rubén Vega Quintero, quien sería candidato a la Diputación Local.
Juan Osorio había fundado la banda sinaloense «Perla Azul», que amenizaba las bodas y festejos más importantes del Pueblo Mágico.
Aunque la «Perla Azul» no llegó a grabar discos como hubiera querido, Juan le compuso una canción a nuestro querido pueblo, la canción se llama «Viva El Fuerte».
El mismo Juan decía en broma que desde que era un niño, siempre había tenido problema para pronunciar la «I». ‘La traigo atravesada, se me hace nudo la lengua cuando canto’, reconocía.
Y así fue a tal grado que cuando terminaba la canción que le compuso a El Fuerte, exclamaba «Viva mi ciuda».
Ya siendo presidente municipal Manuel Sauceda, llegó a El Fuerte el gran campeón mexicano Julio Cesar Chávez, «el Cesar del boxeo», fue un caluroso mediodía del martes 21 de Julio de 1987.
Julio Cesar ya era mundialmente famoso. Había triunfado ante Mario «azabache» Martínez, le gano a Rubén Castillo, noqueo a Roger Mayweather, a Rocky Lokridge y a Juan Laporte.
El alcalde Manuel Sauceda había salido a Culiacán a una reunión con el Gobernador del Estado y le encargó a Juan Osorio que le llevara música al gran campeón mexicano durante la comida.
Después de un recorrido que comprendió visitas a la presa «Miguel Hidalgo» y al parque turístico «La Galera», Julio comió en el restaurante «Anita» que era propiedad de don Pascual Anaya Cota, tío de «Rafa», «Goyo», «el Chino», Guillermo y Ricardo Cota, integrantes del internacional grupo «Hermanos Cota», el restaurante estaba ubicado frente a la plazuela.
Durante la comida lo primero que pidió Chávez fueron unos chicharrones de lobina, después siguió con unos cauques a la plancha y culmino el banquete con una lobina rellena de camarones mientras la banda sinaloense «Perla Azul» tocaba los típicos sones, valses y corridos sinaloenses.
Y para cerrar con broche de oro, Juan canto la canción que había compuesto «Viva El Fuerte». Los músicos mientras tocaban se veían unos a otros. Tomas «Machi» Gastélum, Atanasio Enríquez, Ramón Medina y el «balo» Ortega. Se le va a enredar la lengua pensaron. Pero cuando cerro la pieza musical gritó Juan: «Viva mi ciuda», Julio Cesar y sus acompañantes, se levantaron para aplaudirlo.
Fue cuando Julio Cesar Chávez abrazó a Juan Osorio que no paraba de sonreír.
Vas a tener que darme chamba aquí, y ni tardo ni perezoso hizo a un lado al tarolero y grito «ahora si plebes, arranquense con El Sinaloense». Así fue como la máxima leyenda del boxeo mexicano se convirtió en tarolero de la banda «Perla Azul» de El Fuerte de Montesclaros.
No fue ni la primera ni la última vez que el Cesar del boxeo estuvo en El Fuerte, regresaría en más de un par de ocasiones después.
En esta crónica hago un homenaje a mi amigo y compañero cetemista Juan Osorio.
En uno de esos bailes que amenizó la banda “Perla Azul» Juan conoció a la Dora Cota Cota, hija de «Chilo» Cota de Tehueco donde tuvo tres hijos siendo estos José Ángel, Juan y Rafael «el chori» Osorio Cota.
Después se casó con doña Lupita Ayala, madre del locutor Alonso Ayala y se estableció en el barrio «la tenería» a un lado de la iglesia y a espaldas de la casa de mi comadre Bertha Lugo. Ahí vivió hasta el último día de su vida criando hijos y nietos.
*Fotografía cortesía del Cronista de la ciudad de El Fuerte, Lucio Ruiz Bernal.
