Crónicas de un periodista… José Alfredo Jiménez y la ‘tomatisa’ que le iban a dar en el Cine «Rex» de Guasave.

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Por: Agustín Torres Sotomayor

Si me permiten hablar… Si José Alfredo Jiménez se enteró de la travesura que le preparaban en Guasave, fue porque le dieron el «pitazo».

Esta historia es real, sucedió el jueves 18 de junio de 1964. La conozco porque me la contó mi padre Simón Torres Rodríguez «el tequila» (qepd).  

Yo aún era un niño de 3 años, pero mi «apa» no se perdía las Caravanas Corona cada año. Ahí conoció a Libertad Lamarque, la cantante argentina que hizo películas con Pedro Infante y que tenía la piel tan blanca como la leche, decía el.

Ya las carteleras en empapelados donde se anunciaban los artistas que iban a presentarse en el Cine «Rex» habían sido pegadas con engrudo en paredes y postes de todo el pueblo. El cine «Rex» estaba en el centro, frente a la tienda «La Villa de Guasave» de don Isidro Rodríguez.

Entonces Guasave solo contaba con tres salas de cine: el Cine «Rex» y el Cine «Murcia» que estaban en el centro y el Cine «Popular» que estaba a la salida rumbo a la carretera internacional, por la Clayton, barrio de mis amigos y compañeros de la ESFI, Jorge Ernesto López, Eugenio y Raúl Vázquez Campos, de Feliciano Valle (qepd), de don Rafa el de los tacos de cabeza y de mi padrino el arquitecto Miguel Barraza Armentilla.

Era la «Caravana Corona» que presentaban en las principales ciudades de Sinaloa don Guillermo Vallejo y su esposa Martha Badager, patrocinados por la Cerveza Corona.

Los artistas de fama nacional e internacional que se iban a presentar en el cine «Rex» el jueves 18 de junio de 1964 en Guasave eran José Alfredo Jiménez, Alicia Juárez, quien era pareja sentimental del compositor de Dolores Hidalgo en el estado de Guanajuato. También estarían Juan Gabriel, Toña «La Negra», Sonia López, cantante de la Sonora Santanera, Paco Miller y sus muñecos, el mochitense Roberto Jordán entre otros.

En Guasave había mucha molestia contra José Alfredo Jiménez porque su canción «El caballo blanco» narraba la historia de un caballo que había salido de Guadalajara cruzando tierras nayaritas y al llegar a Sinaloa paso por Escuinapa y de Culiacán se saltó a Los Mochis. 

No paso por Mazatlán ni por Guasave. 

José Alfredo Jiménez lo supo. Había mucho coraje en la tierra donde el paso parte de su niñez.

Para lavar la afrenta José Alfredo Jiménez, compuso un corrido a Mazatlán, que se convirtió en un himno del puerto. Pocos lo saben, pero José Alfredo Jiménez vivió parte de su infancia en Mazatlán, cumplió con ellos, pero los guasavenses sí que estaban muy ofendidos porque los mochitenses se los acababan a carrilla porque decían que «el caballo blanco de José Alfredo paso volando por Guasave y ni volteo a verlos».

Don Gilberto Coronel encendía la hoguera. Era un tipazo muy querido en Guasave, pero dándoles carrilla les decía, «¿Como es posible que ni siquiera el caballo blanco paso por Guasave?”.

La carrilla era demasiada. Nacho Bórquez, «jando Barullos», los Menchaca, los Luque, Ramiro Castro, los Toledo, Isidro Rodríguez, los López Carranza, Fortunato Álvarez, Don Miguel Leyson, Pepe Chuy y los Arana de El Burrión. Era mucha la carrilla.

La vacuna de don Gilberto Coronel había prendido pero era solo una broma, ellos no lo vieron así. Pero no eran los únicos ofendidos. Entre la plebada del Guasave de los 60’s se armó una estrategia. Lanzarle tomates a José Alfredo Jiménez mientras cantaba en el Cine «Rex». 

Nunca se comprobó, pero se dijo que Juan Figueroa Fuentes, Elmy Cervantes, Tino «chivero», «jorgón», «El Jhony», Jorge Apodaca, «el Mingo» y un plebero de los barrios de «El Chaleco»«El Brown», «La Alberca», la colonia ejidal y de El Cubilete se habían armado con tomates para lanzarlos a José Alfredo Jiménez mientras cantara en el Cine «Rex». Estaban preparados.

José Alfredo Jiménez.

Pero al celebre cantante que no había nacido, pero creció en Sinaloa le dieron el pitazo desde Guasave y cuando estaba interpretando su canción «El caballo blanco» tuvo que improvisar un verso del popular corrido.

Aprovechando que el gobierno federal a través de la Secretaria de Comunicaciones y Transportes (SCT) había instalado la caseta de cobro y eso molestó a los guasavenses, modifico los versos de su famoso corrido

«A paso más lento

Llego hasta Escuinapa

Y por Culiacan ya se andaba quedandooo»

«Cuentan que no pudo

Pasar por Guasave

Por falta de plata

Para el puente de oro»

«Cuentan que en Los Mochis ya se iba cayendo

Que llevaba todo el hocico sangrando».

En cuanto interpretó esas estrofas, los tomates cayeron al suelo de cemento y el público empezó a aplaudirlo con tanto frenesí que el guanajuatense criado en Mazatlán se acomodó el zarape, se quitó el sombrero y lo levanto como muestra de agradecimiento para los guasavenses que habían abarrotado las bancas del recinto.

Cuando José Alfredo salió, sobraron abrazos y botellas de tequila que generosos como son, le ofrendaban los guasavenses.

A 56 años de esa crónica, la carrilla de los mochitenses aún perdura, «que ni el caballo blanco de José Alfredo paso por Guasave», pero los guasavenses ya el mismo José Alfredo Jiménez se disculpó.

El caballo blanco era en realidad un automóvil de la época que cuando el célebre cantante salió de Guadalajara a Tijuana, relata en su canción los problemas mecánicos que le dio la unidad automotriz. En un taller de Los Cocos en Los Mochis le repararon el radiador.


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